China y Chile inauguraron el Centro de Investigación Astronómica sino-chileno con el propósito de profundizar en la observación espacial y cooperar con otros países suramericanos en el campo astronómico. China está ansiosa de acceder al campo ideal de visibilidad que se encuentra en Chile, donde se pueden disfrutar alrededor de 330 noches claras al año.
“En la Edad Media, los chinos fueron los más persistentes y precisos observadores de los fenómenos celestes del mundo, antes que los árabes”, menciona el historiador de la ciencia Joseph Needham en Chinese Cosmology (1993). Sin embargo, hoy la Academia China de las Ciencias (CAS) reconoce que China permanece atrasada en el campo de observación astronómica debido a la carencia de infraestructura y sitios óptimos de observación.
“Necesitamos telescopios más potentes y de campos de observación con mayor visibilidad para estar a la altura de los países más desarrollados. En pocas palabras, necesitamos de Chile”, explicó Zhao Yongheng, director del Observatorio astronómico de Beijing para China Files.
Chile es uno de los sitios con más observatorios astronómicos del mundo debido a una posición geográfica que facilita la visibilidad de un cielo claro un aproximado de 330 noches al año. Por esta razón, en Chile se han construido muchos telescopios claves de países “astronómicamente desarrollados” como algunos miembros de la Unión Europea, Estados Unidos y Australia. El Embajador chileno en China, Luis Schmidt Montes, dijo que para el 2020 Chile tendría un 68% del total de la infraestructura astronómica en el mundo.
Con el propósito de pertenecer a ese grupo de países “astronómicamente desarrollados”, China inauguró el Centro de Investigación Astronómica sino-chileno. Su objetivo principal es incrementar las horas de acceso a telescopios de gran envergadura en zonas con visibilidad óptima a los científicos chinos.
“Hemos avanzado mucho en la investigación en óptica y radio telescopios, pero aún debemos mejorar. Tenemos el obstáculo de la visibilidad nocturna, incluso en la vasta geografía china. El campo de visibilidad de Chile es 10 veces mayor que el del observatorio en Beijing. Aunque poseemos la tecnología, la mejor visibilidad a la que podemos aspirar está en las montañas chilenas”, explicó Zhao.
China en la astronomía contemporánea
La apertura del Centro de Investigación Astronómica sino-chileno supone un gran paso para China si se considera que en muchas ocasiones debe rentar o negociar horas de visión astronómica para sus científicos en los observatorios de alto nivel.
En el 2011, la Academia China de Ciencias celebró haber negociado de tres a cuatro noches anuales para sus astrónomos en los dos telescopios de 6.5 metros del observatorio Las Campanas en Chile y 50 noches en los telescopios estadounidenses del Monte Hopkins en Arizona, la Montaña Palomar en California y el Mauna Kea de Hawái.
Actualmente, China ya cuenta con telescopios de alto nivel y muchos de ellos cuentan con su propio programa espacial como el observatorio Purple Mountain en Nanjing, el Observatorio astronómico de Shanghai y el Observatorio astronómico de Urumqi. Sin embargo, ninguno alcanza las posibilidades de visibilidad de los observatorios chilenos.
“China crece en la teoría y el desarrollo de equipos astronómicos. Esto nos permite ofrecer a Chile talento chino para sus investigaciones. Por otro lado, Chile tiene un medio ambiente que permitirá a los astrónomos chinos promover la investigación en los países sudamericanos”, explicó Zhan Wenlong, vicepresidente de CAS en la ceremonia de apertura del centro, destacando los beneficios recíprocos del centro.