Dos años les llevó a los arqueólogos finalizar el mantenimiento de la tercera estatua de Buda más grande de China, con 27 metros de altura, ubicada al noroeste del país, en Lanzhou, en la provincia de Gansu. Fue construida durante la Dinastía Tang (618-907) y finalmente estará abierta al público desde agosto 2013. La estatua del Buda gigante se encuentra en las grutas del Templo de Bingling, antiguo sitio de adoración budista, cerca del Río Amarillo. Por su gran tamaño y su historia de más de 1,000 años, es la esencia de este lugar.
Antes de que la estatua se abra al público general, un grupo de expertos del Instituto de Investigación y Preservación de Reliquias Culturales, ubicado en el mismo templo, estudiarán y evaluarán la estatua con el fin de asegurarse que puede ser visitada nuevamente.
Esta restauración inició en 2011 y pretendía que se recuperara de los daños causados después de las Dinastías Song, Ming, Yuan y Qing. Varias partes de la estatua se encontraban erosionadas, como la cabeza que estaba cortada en varios pedazos, la nariz hecha de arcilla estaba completamente destruida y otras partes como la barbilla, las manos y la vestimenta tenían manchas.
Las grutas del Templo de Bingling cuentan actualmente con 183 cuevas naturales, 694 esculturas budistas de piedra y 82 estatuas de arcilla, todas ubicadas en un cañón a lo largo de la Ruta de la Seda, que hace seis siglos constituyó la ruta comercial más importante entre Asia y Europa.
A lo largo de los años, tanto las guerras, como terremotos, la erosión y saqueadores, fueron dañando e incluso destruyendo el sitio, por lo que hoy en día las grutas del templo se encuentran bajo la protección del gobierno de China, como una iniciativa que desde 1961 busca preservar una de las reliquias culturales más importantes en la historia y razón por la cual se encuentran como candidatas en la Lista de Herencias del Mundo (World Heritage List) de acuerdo con la UNESCO.
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