En la mañana del viernes, la capital china emitió una segunda "alerta roja" por contaminación en el aire. Se espera que el smog envuelva a Beijing -y otras partes del norte de China- este fin de semana. Las medidas de crisis comenzarán el sábado y durarán cuatro días.
La semana pasada, Beijing emitió la primera alerta roja de su historia por la contaminación del aire. Las medidas entraron en vigor entre el 8 y el 10 diciembre, e incluyeron el cierre de más de 3.200 escuelas, la prohibición a circular de la mitad de los cinco millones de automóviles de la ciudad y el cierre temporal de fábricas y obras. Se espera que las medidas que adopte el gobierno sean las mismas en este segundo período de crisis.
Aun así, estas medidas no lograron frenar la contaminación la primera vez. El aire tóxico envolvió a Beijing y no fue sino hasta que fuertes vientos soplaron que la contaminación fue despejada. La principal fuente del aire tóxico en la capital proviene de fábricas que queman carbón en las provincias circundantes, no de la actividad en ciudad. Muchas partes del norte de China, incluyendo las provincias de Hebei, Henan y Shanxi, tienen regularmente peor calidad del aire que la de Beijing.
Después de que el gobierno de Beijing declarara la alerta roja por contaminación, las ventas de máscaras y purificadores de aire incrementaron notablemente.
Hoy en día, la contaminación se ha vuelto una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos chinos, tanto que ha llegado a poner en entredicho la legitimidad del Partido Comunista. Las autoridades están luchando con la cantidad de información sobre la contaminación que deben revelar a los ciudadanos. Desde 2012, la presión pública ha dado lugar a una mayor transparencia oficial sobre la calidad del aire.
Se espera que la alerta roja que comienza el sábado dure más que la anterior. Está programada para comenzar a las 7:00 de la mañana y terminará a la medianoche del martes, según un mensaje de texto enviado a los residentes de Beijing en la mañana del viernes.
Bajo el plan de crisis anunciado por primera vez en 2013, Beijing supone que debe emitir una alerta roja cada vez que los funcionarios predigan una gran cantidad de smog en la que el índice de calidad del aire supere los 200 – considerado "insalubre", según los estándares internacionales.
[Crédito foto: Dailymail]
También puedes leer:
– La contaminación, el enemigo silencioso
– Las máscaras, un nuevo dolor de cabeza en la batalla contra la contaminación