El pasado viernes, 28 de noviembre, 15 personas murieron y 14 resultaron heridas durante un ataque terrorista en el Condado de Shache, ubicado en la región autónoma de Xinjiang, al occidente de China.
Los medios estatales informaron que los ataques sucedieron en un mercado local donde varios terroristas lanzaron dispositivos explosivos y atacaron a la población civil con cuchillos. La agencia Xinhua dijo que ocurrieron a la 1:30 pm, y que 11 de los 14 muertos habían sido “mafiosos” dados de baja por una patrulla de policía que se encontraba rondando la zona.
Sin embargo, el informe de Xinhua no divulgó ninguna información específica acerca de cómo eran los terroristas ni se detalló la etnia de las personas que fueron atacadas. Lo único que explicó el medio oficial fue que “se encontraron algunos explosivos, cuchillos y hachas en el lugar de los hechos” y que las personas que habían sido heridas estaban recibiendo el tratamiento necesario en los hospitales locales.
Los ataques ocurrieron después de que el presidente chino, Xi Jinping, tomara medidas para mejorar la seguridad en la región de Xinjiang. La semana pasada, varios medios oficiales anunciaron que se estaban buscando a 3.000 exmilitares del Ejército de Liberación Popular “con alta cualidad política y experiencia militar” para contribuir con la seguridad de la región.
La étnia uigur, antes mayoritaria en Xinjiang, durante años ha estado en contra del gobierno de Beijing y de sus políticas de asimilación. Los últimos dos años han estado marcados por ataques reiterados en contra de policías y civiles, no solo en Xinjiang, sino en varias regiones de China.
Shache, que hace parte de la Prefectura de Kashgar, es el mismo condado en donde el 28 de julio pasado murieron 37 civiles en un ataque con cuchillos y hachas. Según Xinhua, una corte local sentenció a muerte a doce de los atacantes.
La región de Xinjiang, una zona con gran abundancia de recursos naturales, es crucial para el gobierno chino en su búsqueda por fortalecer los lazos económicos con Kazajistán y otros países de Asia Central.
Se cree que el ataque del sábado fue hecho por un movimiento de separatistas uigures que desde hace tiempo buscan independizarse, para crear un nuevo país llamado Turkestán Oriental. Sin embargo, debido a la restricción que tienen los medios extranjeros en la región, es difícil conocer con exactitud los detalles de los hechos ocurridos.
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