En la actualidad China cuenta con 185 millones de personas mayores de 60 años. En 2050, esa cifra se disparará a 480 millones, es decir, el 35 por ciento de la población. La "Ley de Derechos de Personas Mayores", que entró en vigor el lunes, obliga a los hijos a visitarlos regularmente y asistirlos.
Si los hijos no cumplen con la correcta asistencia de sus padres, podrán enfrentar multas, y hasta la prisión. Si bien la ley no establece la frecuencia con la que los hijos deben visitar a sus padres, crea el estatuto según el cual los hijos son responsables de sus padres cuando estos son mayores de 60 años.
El cambio sociológico que vive China -y toda Asia- incluye una menor importancia a la familia y en especial a los ancianos por lo que muchos a menudo son aislados y abandonados por sus hijos. Tradicionalmente los hijos solían vivir con sus hijos cuando se hacían mayores en casas que albergaban tres generaciones : Este ya no es el caso.
Parte del problema es que mientras que algunos de los ancianos pueden estar debilitados y viven con enfermedades crónicas, no están incapacitados hasta el punto en que necesiten cuidado constante en un hogar de ancianos. Los hijos no se dan cuenta de que sus padres necesitan ayuda adicional.
Susana Tejeda, psicóloga social de la universidad de la Plata, ha publicado en el sitio de esta universidad un estudio según el cual los hijos que se ocupan de sus padres y los ven regularmente padecen menos problemas de estrés y depresión, pero los hijos jóvenes cada vez están menos en contacto con sus padres.
La ley que entró en vigencia el lunes tiene una importancia simbólica ya que es improbable que los padres denuncien a sus propios hijos pero es fundamental para revertir esta tendencia de desvalorización de la vejez que se da en las sociedades modernas.
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