Todo parece indicar que la memoria de Chiang Kai-shek, el general nacionalista cercano a Sun Yat-sen, líder del Kuomintang y gran rival histórico de Mao Zedong, sigue siendo objeto de disputas. La casa de Chongqing donde vivió Chiang en los años cuarenta, tras el triunfo de los comunistas y donde fue anfitrión de figuras como Ernest Hemingway, fue demolida por orden de las autoridades locales. La noticia se propagó rápidamente por las redes sociales chinas, obligando al gobierno de la ciudad a salirle al paso y señalar que se trataba de una “demolición preventiva” que busca reconstruir -ladrillo por ladrillo- la casa en otro lugar. Su futuro: un hipotético museo sobre la invasión japonesa.
El mayor problema para la casa, clasificada como patrimonio, es que se encontraba dentro de los terrenos de una escuela secundaria. “En consideración de la seria falta de tierras en nuestro distrito, este lote será utilizado con fines educativos”, señalaron en un comunicado las autoridades de Chongqing, la megalópolis en el centro de China que tiene una población superior a los 20 millones de habitantes y que podría ser la ciudad más poblada del mundo.
Las críticas en Internet no se hicieron esperar y rápidamente la ciudad de Chongqing tuvo que explicar que la casa -que también sirvió de cuartel general del ejército durante la invasión japonesa, tras la caída de la capital Nanjing- sería preservada.
Hemingway en Chongqing
La casa fue el escenario de una reunión entre Chiang Kai-Shek -el líder nacionalista apodado “El Generalísimo” y eventualmente presidente de Taiwán- y el escritor estadounidense Ernest Hemingway, como bien evocó el periodista Malcolm Moore del Telegraph británico.
“Recuerdo dos visitas con rara claridad, aunque entonces no sabía lo excepcionales que eran. El Generalísimo y la señora Chiang nos invitaron a comer, un cuarteto íntimo. El Generalísimo quería noticias del frente en Cantón [Guangdong]. Su casa era modesta. (…) La señora Chiang, todavía una belleza y una vampiresa, fue encantadora con [Hemingway] y cordial conmigo”, escribió sobre la visita a Chungking, como se le llamaba en inglés, la periodista y corresponsal de guerra Martha Gellhorn, que fue la tercera esposa del famoso novelista.
“Él era delgado, de espalda recta, impecable en su simple uniforme gris y se le veía casi embalsamado. No me causó gran impresión pero sentí compasión de él; no tenía ningún diente. Se lo comenté luego a un funcionario de la embajada estadounidense y me dijo que era un gran honor. Era el máximo honor ser recibido por el Generalísimo cuando no tenía sus dientes”, escribió Gellhorn en sus memorias Viajes conmigo misma y otro.
Casi al mismo tiempo el gobierno de la provincia suroriental de Jiangxi anunció que otra casa en la capital provincial de Nanchang, que sirvió de cuartel general al Kuomintang, será renovada y adecuada como biblioteca.
[Imágenes de redes sociales publicadas por Chinasmack]