El acuerdo sobre el suministro de gas entre Rusia y China es histórico y cambiará para siempre el equilibrio geopolítico y económico del planeta. Este acuerdo lleva diez años en negociaciones y fue firmado en Shanghai por el presidente chino Xi Jinping y su par ruso Vladimir Putin este 21 de mayo.
La crisis en Ucrania, que se suponía iba a compactar la Unión Europea y los Estados Unidos del mismo bando hizo acelerar las negociaciones por este pacto que llevaba diez años sobre la mesa.
Se trata de un pacto económico que también consagra una política de proximidad , especialmente a petición de Putin y que trastorna por completo los cálculos de los que creían que las sanciones derivadas de la crisis de Ucrania , podrían paralizar Rusia.
La firma en el Tratado de Shanghai pone a China como el principal mercado para el gas ruso por los próximos treinta años. Moscú será el proveedor de un cuarto de la energía para China, la principal consumidora energética del planeta. Los medios rusos y chinos han llamado a este pacto “el acuerdo del siglo”.
Se sabía que Putin no quería finalizar su gira por China sin la firma de este acuerdo que llevaba diez años en negociaciones. China venía tomando el acuerdo con paciencia, tirando hacia abajo el precio del gas, usando el gas de Turkmenistán y el birmano , como una solución alternativa.
El acuerdo, sin embargo, ha llegado ya pesar del secretismo en el detalle más importante, el precio, establece un cambio de época entre Gazprom de Rusiay la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC ) . Rusia proveerá a China 38 mil millones de metros cúbicos de gas natural por año durante los próximos treinta años, partir de 2018. La cifra del acuerdo alcanza los 400 mil millones de dólares.
Según lo informado por los medios de comunicación chinos, el gas llegará a China desde Siberia y será transmitido en el noreste de China, a través del área metropolitana de Beijing -Tianjin- Hebei y el delta del río Yangtze , en el este . China y Rusia también se comprometieron a fortalecer la cooperación en el sector energético y de infraestructuras en Rusia. Para China significa un paso importante para dejar atrás el consumo de carbón, que hoy representa un 70 por ciento del consumo total y genera contaminación y enfermedades.
El consumo en energia en China crece al ritmo de la clase media y la urbanización que prevee que en los próximos diez años 250 millones de personas pasen del campo a las ciudades. La economía de Rusia se encaminaba a una mino-reseción por lo que tuvo que pisar el acelerador y ahora puede considerar a China su mayor mercado. También es simbólicamente importante el acuerdo que crea una fuerza conformada por China y Rusia contra la Unión Europea a los Estados Unidos.
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