El mes pasado en Hong Kong, dos artistas, repletas de cuerdas, mordazas y tapetes tatami hicieron una demostración de kinbaku – arte de bondage japonés – a un pequeño grupo de espectadores enmudecidos. Y con la proyección de una película porno en vivo el pasado fin de semana, parece que la antigua colonia inglesa, conocida por sus banqueros y agentes inmobiliarios, está finalmente descubriendo su lado más “kinky”.
Entre el 2 de abril y el 14 de mayo, la ciudad semiautónoma exploró sus pasiones inéditas durante el festival ORGASMO (denominado gaochaojie, o sea “festival del clímax”, en chino), primer festival dedicado a promover un diálogo abierto sobre el sexo en Hong Kong. Según un artículo publicado por la revista HongKong01, el festival invita a los hongkoneses “a ver una película XXX en carne propia”, pero también a “bailar y aprender sobre el bondage sexual japonés para poder sentir por dentro y por fuera no solo erotismo, sino también clímax no sexuales”.
“El clímax es discutido por los hongkoneses cuando se enmarca en otros contextos, por ejemplo, el clímax en una película, o el momento del ¡gol! durante un partido de fútbol”, dijo Tracy Wong, miembro de GOOOOOD Secret Movie, la asociación de cultura y cine local encargada de organizar el festival. “Pero apenas se habla del sexo, de cómo se alcanza el clímax, o de qué se siente física o emocionalmente durante el placer máximo, inmediatamente se cambia de tema o no hay disposición para discutirlo.
Wong sostiene que los hongkoneses no son tan abiertos como imaginan los extranjeros, y siguen siendo muchos los temas tabú en la sociedad local. “Todo el mundo sabe que alcanzar un orgasmo es una sensación agradable, entonces ¿por qué evitar el tema?”.
Josie Cheng, otra de las organizadoras del evento, dijo que el tabú es especialmente notable cuando se trata de mujeres. “Cuando una mujer habla sobre sexo atrae más atención”, dijo. “Por eso puede parecer un desafío mayor [construir un diálogo entre mujeres]”.
Para promover el festival, la organización entrevistó a un piloto de Fórmula Uno local que dijo sentir un clímax cuando conducía a altas velocidades y a un músico que comparó metafóricamente un clímax con comerse un estofado perfecto, evocando la obsesión por la comida de los isleños. “El orgasmo no es una cosa sucia”, le dijo Wong al Global Times, uno de los principales medios en inglés de China Continental.
Según el South China Morning Post, la organización quiere evocar los “días gloriosos de los cines porno en Hong Kong”, o sea los años 80 y 90, cuando los periódicos estaban llenos de lo que los locales llamaban “rollos salados” con títulos libidinosos ridículos.
“En esa época, la desnudez en la pantalla no era considerada para nada inusual, pero hoy en día mucha gente considera que las películas XXX son una cosa escandalosa”, señaló el SCMP en un artículo. “¿Quién dijo que las películas sobre sexo no son buenas?”
El diario hongkonés atribuye el cambio de actitud a la prevalencia de películas porno en línea (que son legales en la ex colonia británica, en contraste a China Continental), y dice que la gente se ha acostumbrado a mirar películas porno solas y a escondidas.
El evento que coronó el festival ORGASMO fue la proyección de una película porno después de una pieza de baile protagonizada por una coreógrafa francesa. Secret Movie quiso mantener en secreto el filme “para que los espectadores no tuvieran forma de preparar sus reacciones hacia la película”, según dijo Wong a HongKong01.
La proyección se realizó en un estadio cubierto, promovido como un espacio “lleno de gritos y sudor” donde “los espectadores son los que mandan”. Invitaron a los asistentes a ubicarse “hombres a la izquierda, mujeres a la derecha, o uno encima y otro abajo… lo importante es que se sientan cómodos”.
Después de la pieza coreografiada “que incorpora algunas cuerdas”, empezó la sorpresa principal, un clásico picante japonés llamado The Realm of Senses (1974). Wong precisa que no se trataba de mostrar una porno vulgar sino que la intención era llevar la discusión sobre el orgasmo más allá de los temas sexuales y de los orgasmos intensos de las relaciones comunes. “También puede ser artístico”, manifestó.
Secret Movie reconoce que fue difícil promover el evento. Las publicidades pagadas que la organización quiso tramitar en Facebook fueron rechazadas, a pesar de no tener ningún contenido sexual a parte del nombre del festival. Asimismo, la organización calculó que participarían más de 600 personas durante la proyección de la película.
La prensa de China Continental no ha publicado noticias sobre el evento, a parte del artículo en el Global Times. Weibo, el Twitter chino, no permite la búsqueda de la frase “festival del clímax”, explicando que “probablemente no está en línea por motivos de leyes y regulaciones”.
La República Popular tiene una larga historia de tendencias puritanas a causa de la “Campaña Anti-Polución Espiritual” de 1983, y, más recientemente, de la “Campaña Anti-Pornografía” de 2014.
[Crédito foto: Tyneside Cinema] También puedes leer:
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