Sin duda, algunas de las cosas más interesantes que están sucediendo en China pueden pescarse en internet, en videos sorprendentes, en imágenes desconcertantes, y, sobre todo, en la invención de neologismos, ámbito especialmente rico estos últimos años. Aquí va uno no demasiado nuevo, pero todavía interesante: 直男癌
直男癌 (cáncer del macho heterosexual) designa, y es fácil adivinarlo, el pensamiento machista, con algunos matices -incluye el chauvinismo, muchas veces el racismo, u otros-. La expresión nació en 2014 en el terreno de juego perfecto para estas invenciones, Weibo.
Cáncer es, según la Real Academia de la Lengua, en una de sus principales acepciones, una “enfermedad que se caracteriza por la transformación de las células, que proliferan de manera anormal e incontrolada”, y también: “Proliferación en el seno de un grupo social de situaciones o hechos destructivos”. No parece mal elegida la palabra.
Una vez ya creada la palabra, a la velocidad de internet, comenzó a caberle a distintas personalidades. Una de las más sorprendentes fue la del de uno de los escritores más populares del país, Han Han. En una entrevista dijo, quizás sin darse cuenta que lo decía: “de ninguna manera le permitiría a mi novia trabajar afuera”, fue masacrado en las redes sociales. Qi Yihu, un importante académico neoconfucionista, propuso que las mujeres trabajen sólo medio tiempo, para que puedan ocuparse de los niños: también le va el sayo de “cáncer”.
El traductor de Murakami al chino, Lin Shaohua, no opinó sobre el trabajo femenino, pero sí sobre el masculino: dijo que si los hombres trabajaban desde casa podían volverse débiles y afeminados. A todos estos casos puede sumársele, para empeorar todo, el empresario y profesor de inglés -creador de un método para aprender esa lengua- Li Yang, considerado en etapa terminal de la enfermedad. Tiene varias denuncias por violencia doméstica.
Si bien estos son casos extremos -sobre todo el de Li Yang- está claro que si apareció el significante tenía que haber algo detrás: el año pasado, en una encuesta de igualdad de sexos, China obtuvo el puesto 91 entre 187 países.
En estos meses se ha hecho viral un video sobre las famosas “mujeres sobrantes”, en donde un padre dice que una hija sin casar es como un ataque al corazón. Curiosamente, parece que nadie a ligado este vídeo a dichos casos de cáncer masculino.
Quienes vivimos en China lo vemos todos los días, lo sentimos todos los días: hay una presión fuerte hacia las mujeres que pasan de los 30 sin casarse. Es triste.
Una vez una socióloga me dijo que esto se debe al acelerado crecimiento económico que ha tenido el país: nunca un colectivo de personas había crecido tanto en tan poco tiempo. Este crecimiento creó -según la socióloga- una enorme brecha entre padres que vivieron la Revolución Cultural, que a lo mejor pasaron días sin comer, e hijos que estudiaron en el extranjero, conocen el lujo, las series estadounidenses y hablan inglés. Y así llega la hora en que muchas mujeres tienen que decir que sus propios padres padecen -o son- un cáncer.
Haber identificado una palabra, haber diagnosticado colectivamente un punto, sin duda es el primer paso para que el cáncer disminuya, y este es otro de los milagros de internet, en vivo y en directo.
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