En entrevista exclusiva con China Files, Mauricio Santana habla de su experiencia de emprendimiento y del conocimiento que ha adquirido de la cultura china después de 7 años de vivir en este país.
Sin hablar inglés -y mucho menos chino- Mauricio Santana partió a sus 18 años hacia China en busca de una aventura. Después de haber estudiado Negocios Internacionales en este país, decidió crear empresa. Hoy, a sus 25 años, habla sobre su experiencia en el país, y sobre el conocimiento cultural que ha adquirido.
¿Cómo y por qué llegaste a China? ¿Qué te ofrecía este país que se volvió tu destino y lugar de residencia?
Cumplidos mis 18 años, salí de Colombia con todas las ganas de buscar una nueva aventura. En ese momento, quería salir adelante marcando la diferencia y poniendo en alto el nombre de Colombia. Fue así como me encontré con el reto de estudiar Mandarín y Negocios Internacionales en Nanjing, la capital del sur de China. La inspiración original salió de un amigo chino en Colombia (zhuyu), que siempre me insistía en que debía aprender mandarín. Gracias al apoyo de mis padres ese primer viaje se pudo hacer realidad.
¿Cuánto tiempo llevas en China? ¿Qué te has dedicado a hacer?
Me radiqué en China desde el 13 de febrero del 2008, cuando estudiaba y trabajaba para I.G.S Integral Global Solutions, una empresa de logística española con sede en Barcelona, enfocada en realizar el control de calidad para prestigiosas empresas de la Unión Europea. Allí obtuve grandes conocimientos y crecí tanto personal como profesionalmente. Tuve la oportunidad de conocer mucho de este gigante país, de sus particularidades culturales y de negociaciones. A mediados del 2010, regresé a Colombia por la lamentable muerte de mi madre.
Para la primavera del 2012, regreso con un nuevo reto empresarial llamado “La Esmeralda” (艾丝美拉达 Aisimeilada) y me radico de nuevo en la ciudad de Nanjing. En esa época tuve mucha suerte, pues el negocio comenzó a crecer muy rápido. Pese a ser un producto nuevo para el mercado chino, al poco tiempo nos expandimos a Shanghai y posteriormente a Beijing. Este ha sido un reto lleno de arduo trabajo, de múltiples enseñanzas y de mucha culturización acerca de este, uno de nuestros productos patrios.
A comienzos del 2014 me radico en la ciudad de Beijing y abro dos tiendas, una en el centro comercial UTown llamada Choose&yes y otra llamada Green Love. En la actualidad, estas dos son mi motivo de cada día.
¿Cómo fueron esos primeros días?
A tan corta edad fue fuerte el cambio. Yo no sabía muy bien inglés y mucho menos mandarín, pero con todas las ganas de ir en busca de una aventura fui descubriendo los misterios de este hermoso país.
¿Qué extrañas de Colombia?
Su gente, su calidad humana. El hecho de que no importe lo gris de los días. Siempre habrá una sonrisa y muchas ganas de salir adelante.
¿A qué tipo de retos te has enfrentado acá?
Creo que una de las cosas más difíciles que me ha tocado tiene que ver con la comercialización de la esmeralda. Esto es algo que ha resultado muy frustrante, pues el mercado de la esmeralda es algo muy nuevo en el país, y los chinos no conocían nuestro producto. Además, éramos pocas empresas tratando de introducir este producto al mercado chino. La esmeralda tiene tratamientos que a nivel mundial son altamente reconocidos, pero para los chinos era como si se le estuviera mintiendo al cliente. Esto ha sido un proceso de cooperación y enseñanza con las autoridades competentes para la certificación de la esmeralda.
¿Qué has encontrado en China que te haga quedarte acá?
China ya es parte de mí, pues siempre me han gustado los retos. En este país cada día es una nueva historia.
¿Cómo ha sido la experiencia de emprendimiento en este país?
No es nada fácil, cada paso es un nuevo reto y no sabes que puede seguir. Creo que el manejo del idioma ha sido fundamental en este camino lleno de obstáculos, pero estos a su vez se convierten en logros personales para seguir de pie hacia adelante.
¿Por qué escogiste el área de las esmeraldas como negocio a desarrollar en China? ¿Cómo fue el proceso?
Nació de la búsqueda de un nuevo reto, algo que me permitiera tener crecimiento personal y profesional. Me basé en mis experiencias vividas conociendo los chinos. Culturalmente, al chino le gusta mostrar su poder adquisitivo, que en años recientes se ha tornado muy alto. Aún así, este ha sido un proceso largo y duro, ya que el chino tiene sus principios culturales muy marcados.
¿Qué te motiva de estar acá?
La motivación mas grande es la superación personal. A mis 25 años siento que hay mucho por conocer, explorar y aprender de China.
¿Qué te desmotiva?
Siempre hay obstáculos y momentos difíciles que quieren hacerte renunciar de esos sueños o metas propuestas. Es allí cuando de verdad te das cuenta de las ganas y el espíritu aventurero que tienes, logrando así encontrar una solución para seguir luchando por los objetivos.
Los chinos tienen una frase que usan mucho (慢慢来man man lai) que significa “todo a su tiempo”, en este país todo funciona así, poco a poco.
¿Cómo te ves en 10 años?
Seguiré aquí en China tratando de conquistarla, pero también dejando muy en alto el nombre de mi hermoso país, Colombia.
China es un país con un potencial muy alto de consumo y Colombia tiene una gran variedad de productos para ofrecer. Un ejemplo de esto es la esmeralda, pues es un producto de alta competitividad a nivel mundial.
La clase media está experimentando un crecimiento diario, lo cual arrastra consigo consumo de joyería y esmeraldas. Para estos 10 años que vienen, esperamos un crecimiento en la demanda de esta gema, y espero comenzar a recoger los frutos de esta ardua labor.
[Crédito foto: Mauricio Santana]También puedes leer:
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