La historia china ha estado llena de grandes emperadores, pensadores y artistas, todos hombres. Ren Yuxuan, nuestra colaboradora mensual, nos cuenta sobre la vida, historia y legado de la única emperatriz en la historia de China.
La historia de la antigüedad china es un conjunto de leyendas de hombres. Es decir que sólo los hombres podían tener trabajo mientras las mujeres tenían que quedarse en casa criando a sus hijos. Se consideraban una ofensa a la decencia si una mujer llegaba al centro del poder estatal. La dinastía Tang fue una excepción, las mujeres aparecieron en la corte e incluso una llegó a convertirse en emperatriz, reinando todo el país. Esta es la protagonista de hoy: Wu Zetian (en chino: 武则天).
Wu Zetian nació en el año 624. Su padre era cortesano, por lo que a los 14 años tuvo la oportunidad de ser un miembro del harén del emperador Tang Taizong, con el título de Cairen (en chino:才人, en el quinto rango de concubinas). Sin embargo, a Tang Taizong no le gustaba mucho Wu Zetian porque creía que tenía demasiados deseos de superar a los demás. Después del fallecimiento del emperador Tang Taizong, su hijo, Tang Gaozong, sucedió el trono. La joven Wu Zetian, como no tenía hijos, se vió obligada a ir al Monasterio de Ganyesi para ser monja el resto de su vida.
Obviamente, este no fue el final de la historia de Wu. El nuevo emperador Tang Gaozong, prendado por la belleza de Wu, le abrió la puerta de su harén y más adelante Wu se convirtió en Guifei (en chino: 贵妃, en el segundo rango de concubinas). Aunque esta versión no está aceptada por todos los historiadores, algunos creen que los dos jóvenes habrían empezado la relación antes de la muerte de Tang Taizong. El hecho de que la joven Wu hubiera sido concubina de padre e hijo era un motivo más de escándalo para los moralistas confucianos de la época. Desde allí, Wu comenzó a ser la mujer más poderosa de todo el reino.
Como Tang Gaozong no gozaba de buena salud, Wu lo acompañaba a la corte y poco a poco empezó a tomar las decisiones más importantes del país. Tras la muerte de Tang Gaozong, el príncipe heredero (hijo de Wu) Tang Zhongzong heredó el trono pero sólo dos meses después, Wu lo sustituyó con otro hijo suyo Tang Ruizong. Este tuvo la misma suerte que su hermano mayor, también fue pronto echado del trono por su madre. Después, en el año 690, Wu declaró la nueva dinastía Zhou, y asumió el nombre de "Emperador (Huangdi) Shengshen", después de eso Wu ratificó de manera pública y oficial su poder y llegó a ser la primera -y la única- mujer en la historia de China que ocupó el trono imperial.
La historia de Wu es un milagro de la antigüedad china. China es un país de civilización agrícola desde el principio. Existía una norma en la sociedad: los hombres cultivaban la tierra por su fuerza, las mujeres cosían en la casa por su debilidad (en chino: 男耕女织). Esta fue una norma viva entre el pueblo y cuando llegó a la mano de Confucio, este la convirtió en un pensamiento fijo con sus palabras. El santo famoso discriminó a las mujeres.
Creía que los hombres eran superiores a las mujeres y no existía la igualdad entre los dos sexos. Gracias a la influencia de Confucio, los casos de mujeres en la política china son muy pocos (la situación sigue así en la actualidad). Entonces la apariencia de Wu Zetian fue un golpe muy duro a la tradición china y también a los machistas chinos. Aunque Wu fue una emperatriz excelente, durante su gobernación, la voz de sus opositores nunca cesó. En el año 705, Wu fue obligada a abdicar del trono, y murió unos meses después ese mismo año. Esta mujer magnífica nos dejó un claro ejemplo de lucha femenina, para que tomáramos su vida y lucha como una inspiración para una China mejor y más equitativa.
[Crédito foto: Ladies of History ] También puedes leer:
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