En entrevista exclusiva con China Files, David Pérez habla tanto de su experiencia de emprendimiento en China, como de los retos, oportunidades y dificultades de crear empresa en el país asiático.
Después de hacer su práctica en Pro-Colombia Beijing, el colombiano David Pérez decidió quedarse a vivir en la capital china, pues esta ofrecía excelentes oportunidades de crecimiento personal y profesional. Sin saber ni una sola palabra de mandarín, este paisa de 25 años logró crear su propia empresa, y hoy en día es uno de los principales importadores de flores colombianas en Beijing.
¿Por qué llegaste a China?
Cuando era estudiante de Negocios Internacionales en EAFIT, Medellín, me interesé mucho en China. Con eso en mente, decidí buscar una práctica en la Embajada de Colombia en Beijing y terminé trabajando un año en Pro Colombia. Después de ese año, regresé a Colombia y acabé la universidad. Con la experiencia adquirida y mi gusto por China decidí volver, pero para generar procesos de emprendimiento.
¿Cómo nace la idea de hacer un negocio de flores?
La idea de hacer un negocio de importación de flores es la culminación de otros proyectos de emprendimiento que tenía. Cuando regresé a China creé una empresa cuyo objetivo era el de apoyar las empresas colombianas interesadas en exportar sus productos a China. Pero como en todo proyecto de emprendimiento, las cosas no siempre salen como uno las planea desde el principio. Es por eso que cuando creamos la empresa tuvimos que comenzar a diversificar muchos negocios e ideas. Comenzamos a apoyar a las empresas colombianas a encontrar sus proveedores acá en China, hicimos investigaciones de mercado, controles de calidad e inspecciones a empresas.
A principios del 2014 se nos acerca una compañía colombiana y nos dice que ellos habían escuchado que Corea del Sur importa muchas flores colombianas. Entonces nos piden el favor de ir a mirar y hacer una investigación de mercado. Como yo tenía una visa de negocios que me exigía salir cada 30 días, comencé a ir a Corea del Sur. En ese país fue que hice una especie de escuelita de cómo abrir un mercado nuevo. Fue así como encontramos el primer cliente nuestro en Corea del Sur y comenzamos a exportar flores a ese país.
¿Entonces las primeras importaciones de flores no se hicieron en China sino en Corea del Sur?
Sí. Las primeras importaciones fueron hechas hacia Corea, pero allí comenzamos a hacer una investigación mucho más exhaustiva para encontrar más clientes, principalmente mercados como Japón e India, que son mercados mucho más maduros. Así que en el primer semestre del 2014 comenzamos a exportar flores, principalmente hortensias, a estos tres países. Durante este proceso, y después de este trabajo comercial, comenzamos a notar que China también podría ser un cliente potencial, pero tampoco lo veíamos tan atractivo porque este país está muy estigmatizado.
¿Por qué piensas eso?
Porque en el imaginario común se desconfía mucho de las empresas chinas, tanto como proveedores como clientes. Entonces el empresario chino puede tender a querer robarle dinero a sus aliados comerciales. Aún así, finalizando el primer semestre del 2014, hicimos nuestra primera exportación a China y de ahí continuamos.
¿Cómo se pasa de la primera empresa a Valley Springs?
La primera empresa se acaba como sociedad a principios de 2015 por diferencias entre socios. En la distribución de proyectos y responsabilidades, yo quedo con el negocio de flores y desde febrero de este año comienzo a trabajar únicamente en eso. De ahí surge una nueva compañía llamada Indigo Flowers y justo para esa época China comienza a ser nuestro principal mercado en Asia. Hemos encontrado clientes en diferentes ciudades alrededor del país, lo cual nos ha permito crecer de manera rápida.
Uno de mis principales proveedores en Colombia es uno de los socios fundadores de Valley Springs, una compañía que se encarga de vender flores a Estados Unidos y Canadá. Durante los primeros meses del año nosotros habíamos estado explorando la opción de compra por parte de la empresa y hace muy poco tiempo se materializó. Esto significa que Indigo Flowers pasa a ser Valley Springs en Asia, con sede en Beijing.
¿Cuáles fueron tus primeras impresiones en el tema de emprendimiento en China? ¿Qué esperabas y qué te encontraste?
Uno como emprendedor espera que la comunidad de emprendimiento esté bien estructurada, que haya firmas de ángeles inversionistas, que las entidades gubernamentales y no gubernamentales apoyen el emprendimiento haciendo eventos, que haya una comunidad de start ups bien estructurada, y hasta el momento funciona muy bien, mucho mejor que en Colombia. Yo creo que en los próximos 3 años Beijing podría convertirse en el próximo Silicon Valley de Asia. Ahora bien, como extranjero es muy difícil entrar en esa industria netamente tecnológica, en términos de emprendimiento
¿Qué has encontrado en China que no has encontrado en ninguna otra parte del mundo?
Más retos, no únicamente a nivel de creación de empresa sino a nivel personal. China es un lugar en el que uno enfrenta retos diariamente. Yo llegué acá sin saber mandarín y conociendo muy poca gente. Eso fue entonces para mí un reto enorme, el hecho de darme a conocer la ciudad, hacer contactos, conocer gente y construir vínculos que ayudarían a crecer mi empresa.
¿Qué has encontrado desmotivante?
La cultura de la negociación china. Los chinos para los negocios son bien complicados y al final del día los negocios con ellos son de tener cuidado. Los chinos tienden a sobrefacturar y a comisionar por debajo de la mesa. En una etapa inicial de negocios, cuando la relación está muy nueva, no son personas muy transparentes.
¿Ha habido algún momento de crisis en el que hayas querido abandonar estos esfuerzos?
Claro. Los momentos de crisis son muy fuertes cuando se afrontan por primera vez. Las ventas bajas y poco capital para continuar con la empresa durante el primer año hicieron que tuviera uno de los momentos de crisis más fuertes, casi renuncio a este reto. Otro factor al que me enfrento constantemente es el hecho de emprender lejos de casa. Eso, mezclado con dificultades económicas desde el comienzo, te hace dudar mucho. La incertidumbre de no saber si las cosas por las que has trabajado durante los años más productivos de tu vida van a funcionar es un fantasma constante que te acecha.
¿Cómo te ves en 10 años?
Me veo acá. El mercado de flores en China apenas está comenzando y hay mucho por desarrollar. De acuerdo con Mckinsey, para el 2025 China contribuirá con el 29% del consumo global. Eso va a llevar de la mano industrias de alimentos, de bebida, automotriz, flores. Eso significa que China se convertirá en uno de los principales mercados de flores, por lo que si David Perez está lo suficientemente preparado y bien estructurado en esta industria acá, intentará ser uno de los líderes en la industria de las flores en este país.
[Crédito foto: David Pérez]También puedes leer:
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