“En China los niños juegan fútbol hasta los 15 años”, Jamil Quintuña, entrenador de fútbol ecuatoriano

In by Andrea Pira

Llegaron a Beijing en el 2010 y desde entonces han impuesto un estilo fubolístico innovador en la órbita deportiva china. Esta es la historia de Nanmei-FA, la primera academia de fútbol sudamericano de Beijing. Su historia demuestra que, con esfuerzo y dedicación, es posible cambiar la mentalidad china.
Armando Hernández, de Venezuela, Jamil Quintuña, de Ecuador, y Sergio Spadone, de Argentina, son 3 amigos que hoy tienen un ambicioso proyecto que busca congregar a la comunidad latina en Beijing a través del fútbol.

El 23 de agosto, después de años de arduo trabajo, sus sueños se materializarán: acaban de organizar la primera Copa América de la ciudad. Este evento servirá para el lanzamiento de su academia de fútbol sudamericano.

¿De dónde surge la idea de fundar una academia de fútbol sudamericano en Beijing?

Fue en el 2010, cuando estábamos estudiando en la Beijing Sport University. La idea siempre estuvo rondando pero no la materializábamos. Hacia el 2014, cuando Jamil regresó a Beijing, volvimos a hablar sobre el proyecto y decidimos llevarlo a cabo con la ayuda de Sergio. Como profesionales en el área, sabíamos que hay una gran cantidad de latinos que juegan fútbol en la ciudad. Nosotros queríamos ser el puente que integrara a la comunidad latina con la china a través del fútbol. La idea viene desde el 2010, pero es solo hasta el 2015 que se logra materializar.

¿Cuáles han sido los mayores obstáculos que han encontrado para llevar a cabo su proyecto?

El primer y más grande obstáculo que tuvimos fue el tiempo. En ese momento nos encontrábamos estudiando y un proyecto como este requería mucho tiempo para ser llevado a cabo exitosamente. El segundo problema tuvo que ver con la experiencia. No sabíamos cómo hacer para canalizar y materializar nuestras ideas. Por último, tuvimos problemas con las conexiones. Sin embargo, después de 5 años en China, hemos logrado crear una pequeña red de personas que nos han ayudado a ordenar nuestras ideas, para lograr canalizar y enfocar nuestros esfuerzos.

¿Qué tanto ha influido la cuestión de la diferencia cultural en su proyecto?

Sin duda alguna, la cuestión cultural ha sido bastante complicada de sobrellevar. Me refiero a que los chinos tienen unas ideas muy fijas en cuanto al extranjero. Con esa palabra me refiero a que, para ellos, un director técnico extranjero es una persona alta, rubia, de ojos azules y tez blanca. Ese no es el fenotipo de muchos latinos y, por esa razón, no asociaban director técnico extranjero con latino. En un segundo nivel, otro problema que tuvimos giró en torno a la idea de juego. Acá, emplean muchos técnicos extranjeros que enseñan una cosa muy diferente a lo que nosotros enseñamos.

Por ejemplo, nosotros empezamos entrenando niños en colegios internacionales. Había tanto chinos como extranjeros y, cuando nosotros empezamos a dirigir, tuvimos la buena fortuna de salir campeones en algunos torneos. Fue en este punto que las familias chinas empezaron a comprender el tipo y la idea de fútbol que queríamos enseñar en nuestra academia. Hay un tercer nivel cultural que ha sido muy difícil de abarcar y tiene que ver con la cuestión del fútbol como opción de desarrollo profesional. En Suramérica, el fútbol es visto como una forma de salir adelante.

¿Cómo es en China?

Es muy diferente. En China los niños juegan fútbol hasta los 15 años. Continuar haciendo deporte después de esa edad es muy complicado dado que los padres se enfocan en que sus hijos obtengan muy buenos resultados académicos y entren a una buena universidad. La presión que sienten los niños es enorme. Si bien hay niños chinos con muy buena calidad técnica, que podrían llegar a ser muy buenos jugadores, se ven obligados a enfocarse únicamente en sus estudios y dejar el fútbol de lado. Hasta el momento, no hemos tenido ningún alumno chino que diga que quiere ser futbolista profesional.

Ustedes han hablado de dos estilos de juego diferentes, ¿cuáles son las diferencias que han encontrado entre el fútbol sudamericano y el chino?

El fútbol es fútbol aquí y en cualquier parte del mundo. Es decir, se juega once contra once, las dimensiones de la cancha son las mismas, y en el aspecto formal no hay diferencias. Donde sí hemos encontrado una diferencia es en lo psicológico y en la manera en que se vive el juego. De cierta forma, acá se sobreprotege mucho a los niños. Se les dice que no vayan al choque, que no metan la cabeza, que no haya mucho contacto. En el fútbol sudamericano hay mucho más choque y fuerza, o garra, como lo llamamos allá.

¿Cómo va a funcionar la escuela?

Queremos entrenar a niños entre los 4 y 15 años que dividiremos en tres programas. El primer programa será el de los ‘peques’, niños entre 4 y 7 años. El segundo programa estará integrado por los ‘jóvenes’, desde los 8 a los 13, y el grupo ‘recreativo’ tendrá niños de 8 a 15 años.

Xi Jinping está impulsando mucho el deporte, sobre todo el fútbol, ¿han visto que sus palabras pasen a la acción?

Sí. Definitivamente eso ha generado toda una cadena de sucesos, tanto a escala mediática como a escala real. Recientemente, estuvimos en una conferencia sobre deportes en un colegio chino, pero de lo único que se habló durante toda la conferencia fue de fútbol. Vinieron algunas estrellas del Beijing Guoan, se hicieron dos equipos, y jugamos con los niños. Al final del evento, se le regaló un balón de fútbol a cada niño. Aun así, cambiar la mentalidad tradicional de la familia china va a ser un proceso complejo. Nosotros llevamos 6 años en Beijing y hasta hace muy poco vimos el primer juego callejero de fútbol. Acá no hay muchos parques públicos donde se pueda jugar.

Cuéntenos un poco sobre la Copa América que están organizando…

Nosotros necesitábamos un evento de lanzamiento para nuestra escuela y, como recién pasó la Copa América, nos pareció una buena idea que el evento tambien se llamara así. La idea original fue ir a las embajadas, y que de allí se organizaran grupos que representaran cada país. Pero no solo lo limitamos a las embajadas, sino también queríamos que viniera gente de otros países, como por ejemplo España. La idea con esto es que tome un posicionamiento y que año a año vaya creciendo. Nos gustaría mucho unir a los latinoamericanos en Beijing a través del fútbol. La convocatoria con las embajadas fue cambiando, y ahora tenemos una invitación más abierta en donde cualquier equipo se puede unir.

[Crédito foto: China Today]

Wechat: nanmei-fa

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