A pesar de que el gobierno ha manifestado que quiere abolir la política del hijo único en su totalidad para finales de este año, los expertos señalan que no cambiará la situación demográfica en el país.
Según China Business News, el gobierno chino está discutiendo seriamente la posibilidad de abolir la controversial política del hijo único y reemplazarla con una política que le permita a todas las parejas chinas tener dos hijos. Varios medios han informado que la reforma podría entrar en vigencia a finales de este año.
“Haremos ajustes y mejoras en la política, según los procedimientos legales”, dijo en marzo de este año Li Keqiang, primer ministro de China, “Sopesaremos las ventajas y las desventajas antes de tomar decisiones, según las condiciones para nuestro contexto de desarrollo”.
Año tras año, mientras la población de ancianos en China tiende a crecer, el número de adultos en capacidad de trabajar tiende a disminuir, una situación que no es saludable para la economía nacional. El año pasado, la población trabajadora se redujo en más de 3.5 millones y, según la ONU, para el 2050 China tendrá alrededor de 440 millones de personas de 60 años o más, casi un tercio de la población actual.
Si no se toman las medidas necesarias para contrarrestar la situación, “el futuro de la economía china será oscuro”, le dijo Yi Fuxian, demógrafa y crítica de la política del hijo único, a The Guardian.
Sin embargo, la reforma que introdujo Deng Xiaping en 1979 para frenar el crecimiento de la población y aliviar los problemas sociales, económicos y ambientales, parece haber sido, más que una solución, una maldición. Según cifras oficiales, tras la medida se efectuaron 336 millones de abortos, 196 millones de esterilizaciones y se insertaron 403 millones de aparatos intrauterinos.
En noviembre de 2013, el Tercer Plenario del Partido Comunista decidió flexibilizar la política y permitir que las parejas en las que al menos un padre fuera hijo único pudieran postularse para tener dos hijos. Con la reforma, el gobierno tenia previsto que en 2014 hubiera un boom de nacimientos. Sin embargo, cuando finalizó el año, menos de 3% de los 11 millones de parejas esperadas habían hecho la solicitud.
A pesar de las reformas, hay una creciente nueva generación de familias que no quieren tener un segundo hijo, ya sea por cuestiones económicas o porque su trabajo no les deja tiempo para ocuparse de dos niños. Este es un fenómeno cultural que se ha visto en varias economías avanzadas y urbanizadas.
“En la actualidad, hay muchas personas que no quieren tener un segundo hijo, así existan estímulos por parte del gobierno”, le dijo Liang Zhongtang, demógrafo de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghái, a The Guardian. “Entonces, el hecho de que el gobierno introduzca la política de dos hijos no tendrá ningún impacto significativo en la sociedad”.
[Crédito foto: hugsnadfistbumps.com]
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