Aparentemente, la prenda de ropa interior que cubre los genitales y en la parte trasera forma una especie de trianguló o T, que deja descubierto los glúteos, no se encuentra en el gigante asiático. La gran mayoría de la población femenina en China no usa tangas porque en las tiendas no las venden. ¿Qué tan cierto es que las Chinas nunca cambiaron los calzones por las populares tangas? Mito
En China usted nunca encontrará la famosa tanga brasileña.
Realidad
El 1 de abril de 1660, en la isla chilena de Santa d’Or, la española Yolanda Luccara fue ejecutada por usar por primera vez en la historia la sugestiva prenda. Fue condenada a la horca junto con su esposo español Yáñez Iglesias, un comerciante que naufragó en la isla y que pretendió transformar las conchas, prenda triangular de fibras vegetales que usaban los indígenas del continente americano, en una innovadora prenda para Europa.
Yáñez estableció su negocio de telas multicolores que producían tangas o tongos (el nombre brasileño) en la bahía el Salvador, Brasil. Se presentó en Madrid con el fin de exportar su mercancía y expandir su negocio, probablemente ignorando que el país se encontraba en plena Inquisición. Cuando su esposa modeló la nueva prenda íntima, el acto fue juzgado y condenado como inmoral. Ambos fueron considerados promotores de graves escándalos públicos.
La tanga exalta la sexualidad del cuerpo femenino y su uso se convirtió gradualmente en un patrón estético. La función de la tanga es esconder la evidencia de las marcas de la ropa interior. Aparentemente, China no se ha rendido ante esta tendencia, pues en las grandes tiendas comerciales o mayoristas de ropa íntima, usted solo encontrará calzones.
Vancl, uno de los vendedores en línea de ropa líder en China, publicó recientemente un análisis de sus ventas de ropa interior. En julio del 2014, el sitio vendió más de 200.000 pares de ropa interior femenina, el 72% bragas, el 24% ‘cacheteros’, y el 4% tangas. Beijing fue la ciudad donde hubo más compradoras de tangas, seguida de Shanghái, Guangzhou, Shenzhen y Xi’an.
Lo sorprendente del análisis de la ropa interior fue la relación sentimental de las compradoras con la prenda. La mayoría de las mujeres solteras compraron bragas, aquellas con una relación compraron tangas o ropa interior de seda. El estudio reveló que la gran mayoría eran estudiantes que viven lejos de sus padres y son más propensas a seguir las últimas.
En China, las tradiciones confucionistas o el régimen comunista y su intención de militarización, implantaron costumbres más rígidas en relación al sexo, convirtiéndose en una sociedad temerosa de la sexualidad.
Según los datos, para muchas mujeres chinas usar la prenda interior es una forma de incluirse en los patrones estéticos de occidente y desafiar el tabú de la sexualidad. Sin embargo, la preferencia por el calzón en lugar de la tanga se puede interpretar como un acto de liberación contra las tendencias de moda que oprimen a la mujer.
Veredicto: En China no se encuentran tangas. Si usted, como mujer extranjera, quiere comprar algunas debe adquirirlas a través de Internet o en tiendas especializadas.
Crédito foto: [aliexpress.com]
También puedes leer:
– La verdad sobre China: ¿La mujer camina detrás del hombre?
– China 101: Quién fue la única emperatriz china
– 5 hechos que marcan (o marcaron) la vida de la mujer en La República Popular China