Si Batman fuera chino, tendría que vivir en Chongqing. En ningún otro sitio en China se mezclan la opulencia, el desorden, la corrupción y el neón de una forma tan balanceada para ameritar que el superhéroe estableciera allí su residencia. Además, la polución de la madrugada le daría la cubierta perfecta para salir de la baticueva sin que nadie lo notara.
Chongqing, con alrededor de 30 millones de habitantes, es quizás la ciudad más importante del mundo de la que usted nunca ha oído. La ciudad salió de su relativo anonimato internacional cuando en 2012 su flamante secretario general y aspirante a la presidencia, Bo Xilai, se vio envuelto en un enorme escándalo por corrupción, y en China cuando se dice enorme es enserio. La esposa de Bo fue acusada de haber asesinado a un periodista inglés, y su jefe de seguridad tuvo que pedir asilo en la embajada de Estados Unidos acusado de encabezar una operación de interceptaciones telefónicas a líderes del partido Comunista. Hoy, todos están en prisión.
De alguna forma, al ver las enormes torres doradas del Hotel Sheraton de Chongqing, mientras uno percibe el inconfundible olor a una alcantarilla destapada, se siente la manera en que funciona la ciudad. Pero no se equivoquen, lo que se ve en Chongqing no es decadencia, sino todo lo contrario.
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Escogida en 1997 por el gobierno central como una de las cuatro ciudades con rango de provincia (las otras son Beijing, Shanghai y Tianjin), Chongqing es la apuesta del gobierno para acercar a la China costera al interior, y el nivel de crecimiento económico e inversión en infraestructura lo demuestra claramente. Desde 1990 la economía de Chongqing ha crecido aun más que la economía de China, en un par de años superó el 16%. Al mismo tiempo, la inversión en infraestructura urbana ha sido impresionante. La ciudad tiene el puente de arco más largo del mundo, un teatro de opera que se asemeja a un crucero de guerra y un metro que crece a pasos agigantados.
Para cualquiera que dude si Chongqing sigue pensando en grande, es preciso hacer una visita al Museo de Planeación urbana de la ciudad. Tan solo su ubicación, en la punta de la península central ya deja un mensaje. El detalle y la ambición de la muestra en su interior es suficiente para dejar a cualquier extranjero boquiabierto. Distrito a distrito y condado a condado, el museo hace un recuento de los ambiciosos planes culturales, empresariales y urbanísticos de la ciudad Gotica de oriente. Fiel a la planeación china, las maquetas se destacan por su desprecio de lo pasado, sus grandilocuentes edificios, sus amplias avenidas y sus jardines lecorbusiescos.
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[Crédito Foto: China Russia Online]