“China trajo a la CIA para hacer monitoreo a Rusia”, Frederick Starr, presidente del Instituto Asia Central-Cáucaso

In by Andrea Pira

En entrevista exclusiva para China Files, uno de los historiadores y analistas políticos de Estados Unidos que mejor conoce Asia Central habla sobre China y el terrorismo islámico, los proyectos expansionistas de Rusia, y la convergencia de intereses chinos y estadounidenses en Asia Central.


Podría decirse que Stephen Frederick Starr, Ph.D., redescubrió al descubridor de América. Se trata de Abu Raihal Al-Biruni, un astrónomo, cartógrafo y matemático que nació en el año 973 d. de C., en la región que hoy se conoce como Uzbekistán.

Este intelectual musulmán dedicó toda una vida a hacer un plano de la superficie terrestre desde los principios de la lógica y la geometría. Luego de inventar una nueva técnica para calcular la circunferencia de la tierra, Biruni comparó sus observaciones con los datos que había recogido para hacer su mapa del mundo, y concluyó que era imposible que no existiera una masa continental en las 15.000 millas de mar que separaban a la costa oriental de Asia de la costa occidental de Europa.

Pero Biruni no fue una isla. En su último libro, La Ilustración perdida: la era dorada de Asia Central desde las conquistas árabes a Tamerlán (Princeton University Press, 2013), S. Frederick Starr hace un recorrido histórico inédito de lo que él llama "el centro intelectual del mundo" entre los siglos X y XIII. Más que en el Medio Oriente, más que en China, y más por supuesto que en Europa, fue en Asia Central que se encontraban los intelectuales más sofisticados de hace mil años.

Starr es un especialista en el pasado y el presente de una región a menudo pasada por alto, y que integra a las repúblicas ex soviéticas de Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turmekistán y Uzbekistán, así como el centro de Rusia, la provincia china de Xinjiang, Afganistán y el norte de Pakistán. Es investigador de la Escuela Paul H. Nitze de Estudios Internacionales Avanzados, en la Universidad John Hopkins, y presidente fundador del Instituto Asia-Central Cáucaso de la misma universidad.

Esta semana fueron ejecutadas en China ocho personas de la etnia uigur, acusadas de haber cometido actos terroristas en Beijing y en la provincia china de Xinjiang. Durante los últimos días, algunos analistas han advertido que el grupo radical ISIS podría crear vínculos con los grupos separatistas uigures. Relacionan a los extremistas de Irak y Siria con los radicales islámicos uigures de Xinjiang. ¿Podría explicarnos qué diferencias hay entre el islam del Medio Oriente y el islam de Asia Central, el que practican los uigures?

Son tremendamente distintos. Los asiáticos centrales, entre los que por supuesto se hallan los uigures de la provincia china de Xinjiang, son musulmanes anasi, que tienen la corriente de islam relativamente más abierta y pro empresarial, si se quiere. Es la más práctica y la que mejor acepta las distintas escuelas de la ley islámica. Los uigures también tienen la ventaja de tener una enorme autoconfianza cultural, porque han tenido su propio lenguaje y cultura urbanas durante 1.500 años. Es interesante que cuando Gengis Kan quiso un idioma para administrar su imperio eligió al uigur, y una combinación entre el uigur y el arameo sirio. Han tenido líderes culturales, escritores y pensadores durante mil años. Personas como Yusuf Balasaguni y Mahmoud al-Kahsgari. Es una cultura muy consecuente. Hay casi 10 millones de uigures, así que no se pueden simplemente echar a un lado.

¿Qué ha sucedido con los uigures desde que se creó la República Popular de China?

Se ha dado una destrucción gradual de su identidad y de su vida nacional. Es importante enfatizar que cuando Mao Zedong tomó control con el Ejército Rojo de Xinjiang en 1949, la región era casi 100% de procedencia turca y musulmana. Hoy probablemente menos del 50% de la población es de etnia turca y musulmana. Esto por el hecho que China ha extraído el petróleo, el gas y los minerales de la región, y la ha inundado de personas chinas. Por ejemplo, hoy una de las grandes ciudades y centros culturales de Asia Central en la antigüedad, junto con Samarcanda y Bujara, es Kasgar. Pero en este mismo momento la vieja Kasgar está siendo destruida para reemplazarla con una nueva ciudad china que se está construyendo en su lugar.

Hay fricción entre estas antiguas gentes indígenas y los chinos. Es interesante que Mao Zedong entendió todo este potencial en 1949, y por eso no hizo de esta región una provincia de China.

La llamó la Región Autónoma Uigur Xinjiang. Reconoció que no se podía administrar de la misma forma que otras provincias de China. Lo que ha sucedido desde entonces es que estos 10 millones de uigures, kazajos y tadjikos que viven allí sencillamente han pedido que esto se implemente. Que sea una región autónoma dentro del Estado chino, y no sólo una región gobernada por Beijing, o por un sujeto enviado desde Beijing. Se producen, entonces, auges y caídas periódicos de tensiones entre Beijing, y la población turca y musulmana de Xinjiang.

¿Cuál es la solución que China ha propuesto?

La solución propuesta por China ha sido un programa para "desarrollar el occidente". En otras palabras, simplemente aplastar las culturas y las gentes indígenas, y absorberlas en China, aunque enriqueciéndolas en el proceso, claro. Los chinos entienden que no sólo pueden dar palo. También deben ofrecer la zanahoria. Les dan la posibilidad de crecer prósperamente en una China unificada. Sólo hay que adoptar la cultura china, no emocionarse demasiado con la religión y volverse ciudadanos completos de China. Esa es la fuente de las tensiones.

Por eso es necesario tener cuidado. Yo creo que el tema con ISIS no debería exagerarse. Esto durante décadas no fue un movimiento religioso, sino un movimiento de liberación nacional. La mayoría no querían independencia, pero habrían estado muy satisfechos, y muchos aún lo estarían, con el autogobierno. Con un uigur como jefe del gobierno.

¿Por qué entonces el tono religioso de los movimientos separatistas?

Como los chinos han procedido con esta enorme embestida económica en la región, construyendo carreteras y ferrocarriles, levantando ciudades nuevas y demoliendo las viejas, y dándoles los mejores empleos a los chinos. Esto ha generado una respuesta airada, y con el tiempo la reacción ha tomado un carácter musulmán más fuerte del que tenía originalmente. Entre más empuja China, más ataques hay, más confrontación se genera, y es mayor el peligro de la radicalización de este movimiento en Xinjiang.

Usted no debería ver esto desde la perspectiva de ISIS, sino desde el panorama de la política de China y lo que ha sucedido durante los últimos 50 años. Ahora, seguro que hay personas en ISIS que observan a Xinjiang y creen que es terreno fértil, pero lo es porque China lo ha vuelto así. Las preguntas reales son preguntas de política interna china.

¿Cuál es la relación entre los uigures y los países vecinos de la región?

Ese es un punto importante. Entre 1997 y 1998 China creó la Organización de Cooperación de Shanghái, y como un gesto de cortesía invitaron a los rusos, pero el verdadero propósito de esta organización era neutralizar a sus tres vecinos occidentales: Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán, como potenciales fuentes de apoyo para los movimientos turcos y musulmanes uigures en Xinjiang. China ha invertido mucho en el occidente pero también ha despertado serias preocupaciones sobre la soberanía e identidad cultural de estos países en su frontera occidental. Tan sólo durante los últimos días, después de la ronda más reciente de combates y conflicto en Xinjinag, una buena cantidad de uigures han emigrado a Kazajistán, y otros creo que irán a Kirguistán para asentarse en Uzbekistán. Realmente hacen parte de una región más amplia, y China está en medio de un juego en el que maneja con mucha delicadeza a sus vecinos occidentales, pero les impide decir una sola palabra sobre los desarrollos en Xinjiang.

Es interesante que usted se refiera a la Organización de Cooperación de Shanghái, pues acaba de terminar un ejercicio militar en Asia Central. Quizás el más grande desde su creación.

Cierto, pero algo que usted debe tener en cuenta es que la verdadera tensión geopolítica en la región no se da entre Europa y China, o Estados Unidos y China, sino entre Rusia y China. Obviamente los dos países tienen interdependencias importantes, pues los chinos ahora compran gas y petróleo ruso, por ejemplo. Sin embargo, en Asia Central los dos están absolutamente enfrentados. China domina totalmente el aspecto económico y Rusia tiene pretensiones de dominar el aspecto de seguridad. Los asiáticos centrales son muy listos. Dicen: "usaremos a China para equilibrar a Rusia, y usaremos a Estados Unidos, India, Europa, etcétera para balancear a Rusia y a China".

Con respecto a Asia Central hay algo muy llamativo. Generalmente usted encuentra que en otros lugares del mundo los intereses de China, y los de Europa y Estados Unidos, son divergentes, hay conflictos. Sin embargo, cuando se observa a Asia Central, sus intereses están mucho más alineados.

Mucho más alineados, sí. Y el elemento más importante en este momento es Rusia. Vladimir Putin está observando a Asia Central como una potencial Ucrania. Sin duda su gran estrategia es crear una "Unión Euroasiática" que rivalizaría con la Unión Europea. Incluiría integración económica, aspectos de seguridad y militares, aduanas, moneda, en otras palabras, todo. Ese es su sueño. No digo que sea restablecer la Unión Soviética, pero es algo que va en una dirección similar. Asia Central es fundamental para lograr este objetivo.

Otra cosa sobre la que podría llamar la atención es que a mediados de los años 1960 Rusia y China casi van a la guerra por Xinjiang. Al otro lado de la frontera con Kirguistán y Tayikistán verá que todas las carreteras que conducen a la frontera con China son muy gruesas. Rusia las hizo así para poder aterrizar grandes aviones militares. Había mallas eléctricas, sensores, y los rusos en los años sesenta estaban enviando miles de pasaportes a la región de Xinjiang, con la esperanza de que la gente huyera, el lugar se debilitaría y al final pudieran conquistarlo.

Lo que no se sabía sino hasta hace unos pocos años es que China trajo a la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) para hacer monitoreo a toda esta situación, y tuvieron una cooperación muy cercana en ese entonces.

No sabía esto de la CIA. En el libro de Henry Kissinger sobre China, él menciona la importancia de las tensiones con Rusia para acercar a Estados Unidos y China, pero no menciona la cooperación en inteligencia.

Bueno, los chinos estaban desesperados. Estaban bajo una enorme presión militar. Yo recuerdo haber visto justo después del colapso de la Unión Soviética 4.000 tanques parqueados en Uzbekistán. Estaban allí para una acción futura contra China. 


Así que básicamente, con respecto a todo este prisma, de lo que estamos hablando es que la tensión entre Rusia y China, que es muy real pero que públicamente no se reconoce, es uno de los motivantes clave [para acercar a Estados Unidos y China].

En términos de seguridad, ¿hacia dónde se dirige la región?

Todos los asiáticos centrales entienden que su soberanía está potencialmente amenazada. Todos miran alrededor y la palabra clave es equilibro. Se dicen: "debemos organizar nuestras relaciones con otras partes del mundo: los Estados Unidos, Europa, Suramérica, el Sureste Asiático, India, que es muy importante", para que estas otras regiones puedan equilibrar los peligros que perciben contra su soberanía. Sin embargo, ni Europa ni los Estados Unidos tienen una política muy clara con respecto a todo esto. Aun no aprecian la relación entre lo que sucedió en 2008, en Georgia, lo que está sucediendo ahora en Ucrania y lo que sucedió en 2010 en Kirguistán. No ven las relaciones entre estos eventos y lo que podría potencialmente suceder durante los próximos años en Asia Central. No existe una política real por parte de Estados Unidos o Europa hacia Asia Central. La llamada "Asociación Oriental" de la Unión Europea no va más allá del Mar Caspio.

Quisiera cerrar esta entrevista retomando el tema inicial. Usted dijo más atrás que no se debería exagerar la relación con ISIS. ¿Cree usted que esta falta de interés hacia Asia Central, por parte de Estados Unidos y Europa, se debe a un exceso de interés de estas potencias por el islamismo radical?

No, no lo creo. Creo que hasta el momento los Estados Unidos y Europa reaccionan de una forma muy ad hoc y poco sistemática. Sin embargo, es incuestionable que el deterioro gradual de la situación en Xinjiang para las gentes turcas y musulmanas genera una apertura para que se produzca extremismo religioso. Es un fenómeno que nadie habría imaginado hace 20 años, pero que hoy es muy real.

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Crédito foto: [State News Agency of Turmekistan]