La sexta ronda del Diálogo Estratégico y Económico China-Estados Unidos se realiza el miércoles 9 y el jueves 10 de julio. Este año, algunos de los principales temas son el comercio y el cambio climático, pero la sombra de algunos puntos de contención entre ambos países que si bien no hacen parte de la agenda, puede influir en la dinámica de los diálogos.
"Una confrontación entre China y Estados Unidos definitivamente sería un desastre para ambos países y para el mundo", dijo el presidente Xi Jinping durante la inauguración el miércoles en la mañana de una ronda que bien podría llamarse la cumbre del G2.
China y Estados Unidos inician hoy la sexta ronda del Diálogo Estratégico y Económico China-Estados Unidos: los diálogos anuales cuya inauguración fue anunciada por los presidentes Hu Jintao y Barack Obama el 1 de abril del 2009, durante la cumbre del G20 en Londres.
Este mecanismo diplomático, que es una ampliación del Alto Diálogo y del Diálogo Estratégico Económico, iniciados bajo la administración de los presidentes Hu Jintao y George W. Bush, es el canal oficial más visible de contacto entre las dos principales economías del mundo.
Desde el 2009, la ronda se ha realizado en cada una de las dos capitales, alternando entre Washington y Beijing, y la han encabezado los altos representantes de las políticas económicas y diplomáticas de ambos países. Este año las conversaciones por parte de China serán lideradas por el vicepresidente Wang Yang y el consejero de Estado Yang Jiechi; y por parte de Estados Unidos por el secretario del Tesoro Jacob Lew y el secretario de Estado John Kerry.
Se espera que los temas principales sean el comercio bilateral, el cambio climático, la política monetaria y las tensiones territoriales en los mares asiáticos.
La principal herramienta que ambos países desean implementar con mayor rapidez es el Tratado de Inversión Bilateral (TIB), que implicaría para China realizar una mayor apertura económica y reducir los sectores en los que está prohibida la inversión estadounidense; mientras que Estados Unidos tendría que relajar las revisiones que hace de las empresas chinas por motivos de seguridad nacional. En el pasado se han hecho avances en el marco del TIB para dinamizar un comercio bilateral que llegó a US$ 520.000 millones en el 2013.
Hay esperanzas de que se generen avances en las conversaciones con respecto al calentamiento global y al cambio climático. El discurso de apertura del vicepresidente Wang Yang fue muy corto, y al final de éste el funcionario dijo: "Mi intervención fue breve como un ejemplo del control que debe haber sobre las emisiones de carbono". El martes, en la antesala de la reunión, ya se habían firmado ocho acuerdos para combatir este problema.
La llamada guerra de divisas es un tema más sensible. Estados Unidos ha vuelto a presionar a China para que haga reformas estructurales a su tasa de cambio, y Lew ha dicho que espera del país asiático permita un aumento en el precio del yuan renminbi con respecto al dólar.
Sin embargo, el punto más álgido de las conversaciones probablemente sean las disputas territoriales en torno a los mares asiáticos. Las tensiones entre China, Japón, Vietnam, Filipinas, Malasia, Brunei y Taiwán han generado un ambiente de inestabilidad diplomática en el que Estados Unidos planea jugar un papel protagónico. Aunque el país norteamericano no ha tomado un bando, varias veces ha sido crítico de la política china en torno al mar del Sur de China, que es rico en petróleo y gas.
Finalmente, hay temas que no hacen parte de la agenda oficial pero que subyacen a la dinámica de las conversaciones. El mutuo espionaje cibernético, que sin embargo ambos países han negado practicar, desata acusaciones que agrian las conversaciones. El apoyo de Estados Unidos a las reformas electorales en Hong Kong incomoda a Beijing, y el gobierno de China sospecha que los estadounidenses son activos tras bambalinas en las espinosas relaciones sino-taiwanesas.
Mañana, jueves, será el segundo y último día de diálogos, que culminará con dos ruedas de prensa, una para la delegación china y otra para la estadounidense. Allí se anunciarán los avances que se lograron durante la ronda.
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