Una bomba estalló en la estación de tren de Urumqi, la capital de Xinjiang. Murieron 31 personas y otras 90 resultaron heridas. El ataque tuvo lugar la mañana del jueves, cuando dos vehículos se lanzaron contra la multitud en un mercado de la ciudad, al mismo tiempo que sus ocupantes lanzaban explosivos hacia los peatones.
Los ataques ocurrieron en un mercado al aire libre cerca de Renmin Park, en el centro de Urumqi. Momentos después de la explosión, el área había sido acordonada por la policía y los heridos trasladados a un hospital cercano al lugar de los hechos, según informó Tianshan, un portal de informaciones en internet que depende del gobierno regional de Xinjiang
Fotos publicadas en weibo por usuarios independientes mostraron las llamas y el denso humo que se observaron en las inmediaciones. Era evidente el caos en el mercado , con personas ensangrentadas tendidas en la carretera.
Xinjiang es foco de tensiones políticas y sociales debido a las aspiraciones independentistas de la comunidad uigur, que quiere establecer un Estado independiente llamado Turkestán Oriental. La explosión se da en un momento de intensificación de los ataques terroristas en la zona.
El pasado miércoles 30 de abril tres personas murieron y 79 resultaron heridas en un ataque en una estación de tren en la misma ciudad. El gobierno responsabilizó rápidamente a grupos terroristas separatistas de la región aunque las investigaciones siguen abiertas. El ataque se dio justo después de que el presidente Xi Jinping visitara la región. Durante la visita hizo declaraciones sobre el tema de los ataques que ha sufrido el país.“Se deben tomar medidas enérgicas y decisivas y mantener la presión contra los terroristas violentos envalentonados por la arrogancia”, señaló.
“La batalla contra el separatismo en China también se basa en las personas de todos los grupos étnicos, que tienen que estar firmemente unidos. También debemos confiar en los líderes religiosos patrióticos para que guíen a sus seguidores a mantenerse alejados del extremismo religioso”, agregó. 48 horas después de que el presidente diera esas declaraciones la bomba estalló en la estación de trenes de Urumqi y las pruebas determinaron rápidamente que se trataba de un ataque perpetrado por los grupos separatistas de la región.
La página de internet del gobierno de Xinjiang indicó al día siguiente que se trato de un ataque llevado a cabo por dos personas que murieron en el incidente y que estaban "largamente influenciados por pensamientos religiosos extremistas y participado en actividades religiosas extremistas".
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