La alcaldía de Beijing ha dispuesto la instalación de cámaras para medir y prevenir la contaminación. Servirán principalmente para controlar a las fábricas que no cumplen la reglamentación y estarán terminadas para julio de este año.
Las protestas contra la contaminación siguen creciendo en todo el país. La semana pasada una multitudinaria protesta en Maoming, en Guangzhou, contra la construcción de una planta petroquímica en esa ciudad dejo un saldo de 44 detenidos. Al mismo tiempo el gobierno intentó calmar la situación. “No hay un calendario establecido para el proyecto y no vamos a iniciar la construcción sin llegar a un consenso entre los residentes”, dijo el alcalde de la ciudad, Luo Yueliang, en una rueda de prensa el pasado tres de abril.
El gobierno sigue intentando controlar la contaminación. Uno de los principales problemas es la dependencia al carbón, cuya combustión es altamente contaminante. Casi el 70% de la energía a nivel nacional proviene del carbón.
En septiembre del año pasado el gobierno anunció la creación de un nuevo plan tendiente a la restricción de nuevas construcciones de plantas de generación térmica en la zona nororiental del país.
El gobierno busca reducir en un 5% el consumo total de carbón para el 2017, y las nuevas restricciones hacen parte de este plan que pretende frenar la contaminación del aire. Las regiones Beijing-Tianjin-Hebei y el delta del río Yangtze son las primeras en afrontar la nueva regulación, y las plantas de generación térmica existentes en estas zonas también serán renovadas. El plan -publicado en la página web del gobierno- describe la situación del aire en China como “complicada” y asegura que el aire ha “dañado la salud de las personas y afectado la armonía y estabilidad social”.
La contaminación del aire es una de las mayores causas de muerte del país, y se estima que al año cobra 1 millón de víctimas. Además, los ciudadanos que viven en el norte del país, tienen una media de vida cinco años inferior a los que viven en el sur, según indica una investigación realizada por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
El año pasado el consumo de energías no fósiles -como la eólica o solar- constituyó el 9.1% del consumo total de energía. Para el 2015 el gobierno estima que aumentará hasta el 11.4% y para el 2017 hasta 13%.
Otra forma generación de energía que ha cobrado fuerza en China es la proveniente de las plantas nucleares, pues a la fecha los planes del gobierno apuntan hacia la construcción de 31 nuevas plantas, con lo cual se estima que para el 2020 la energía nuclear alcance el 5% del consumo nacional –actualmente se calcula en 1.2%. Sin embargo, también se estima que el consumo total de energía se duplicará para el 2020, lo cual genera incertidumbre en la efectividad de los planes actuales.
China es el principal emisor de CO2 del planeta, casi duplicando a Estados Unidos -segundo en esta lista-, según informa la Comisión Europea para el Medio Ambiente. Por esto, la posibilidad de importar gas natural desde la región del Asia Central, también se ha convertido en prioridad. Ahora, la implementación de estas cámaras son un paso más para controlar que las leyes del plan dictado el año pasado se cumplan.
Sobre la base de las imágenes tomadas por las cámaras , la comisión municipal de vivienda y desarrollo urbano de Beijíng castigará a las empresas que utilizan camiones no fuera de las normas o construyan al aire libre los días de prohibición. Otras medidas se han tomado en la capital china a partir de este mes. Los contratistas deberán depositar en una cuenta especial un fondo para “el control del polvo” antes de comenzar cualquier obra. La construcción desmedida es otra importante fuente de contaminación en la ciudad.
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