El gobierno de Corea del Sur ha presentado un plan para construir el cuarto centro petrolero más grande del mundo, un puerto clave para el comercio de Asia Pacífico, con el fin de aprovechar su rol estratégico entre China y Japón, así como la eficiencia de sus refinerías y de su sistema portuario.
La primera planta de este proyecto se construirá en Yeosou, a 455 kilómetros al sur de Seúl, y almacenará 8.2 millones de barriles. Para 2020 se completarán otras dos instalaciones en Ulsan, al sureste de la capital coreana, con capacidad para 284 millones de barriles.
Los costos de refinación, transporte y operación del plan de Seúl son más económicos que los de China y Japón, y busca ofrecer incentivos fiscales para las empresas que comercian con petróleo, gracias a la exención del 22 por ciento del impuesto de sociedades durante cinco años.
Asia es un mercado ávido de recursos naturales con países que buscan consolidar su seguridad energética. Hoy, consume el 22 por ciento del petróleo en el mundo.
Esto presenta una oportunidad para países como Colombia, que el año pasado exportó 32.481 millones de dólares en petróleo, de los cuales el 20 por ciento fue para China e India. Además, supone una alternativa a Estados Unidos, el principal comprador del país, cuya demanda disminuyó 6.5 por ciento a noviembre de 2013 debido a la reciente preferencia por el gas de esquisto. Otros grandes beneficiarios en América Latina podrían ser Venezuela, Brasil y México, que ya exportan grandes cantidades de Crudo al Lejano Oriente.
Artículo producido para el especial semanal de Asia en el diario económico Portafolio (Colombia)
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[Foto: Komec]