Los tatuajes en China: de reos a reyes

In by Andrea Pira

Los tatuajes en China son una tradición que cuenta con más de 2000 años de historia. Realizado por altos generales, pasando por bandidos y reos convictos, el tatuaje ha sido visto como una forma de alteración corporal poco común, y en muchos casos como una difamación del cuerpo. Sin embargo, en la actualidad los chinos tatuados son cada vez más y el movimiento parece aumentar.
Hace más de 2300 años, los delincuentes chinos eran marcados de por vida en el rostro. Cuchillos calientes cortaban la carne de reos, grabando caracteres en sus frentes. Posteriormente la tinta se insertaba en las heridas abiertas para formar palabras como “asesino”, “ladrón”, “violador” –entre otras-.Esta práctica duró por siglos.

Qin Shi Huang, el primer emperador de la primera dinastía en China –la Dinastía Qin (221-206 a.C.)-, acostumbraba tatuar la frente de los delincuentes cuyo castigo era cuidar la muralla durante el día y construirla de noche. Así el mote de “cuidador de la mañana” era tatuado en sus frentes. Y durante la Dinastía Song (960-1279) los convictos eran enviados a realizar trabajos forzosos cerca de las fronteras nacionales y tatuados en la frente, con el fin de prevenir a los países vecinos en caso de que huyeran.

Yue Fei: una nueva perspectiva del tatuaje

Sin embargo, la historia más famosa sobre tatuajes antiguos en China proviene de Yue Fei. Cuenta la leyenda que Yue Fei, uno de los generales más aguerridos de la Dinastía Song del sur (1127-1279), se encontraba en combate contra los enemigos del norte. La batalla parecía difícil, pero aun así Yue Fei luchaba con fervor. Otro de los generales -supuesto compañero de Yue Fei- se dio cuenta de que las probabilidades de morir eran altas y traicionó a la dinastía del sur para pactar con el norte.

Yue Fei, desconsolado y triste por dicha traición, abandonó el campo de batalla. En vez de dirigirse hacia la capital del reino, corrió a su casa, pues pensaba que podría ser capturado por traición debido al pacto que los otros generales habían hecho con el enemigo. En su casa encontró a su madre, quien, enojada por lo que había sucedido, le recordó a Yue Fei el deber que tenía con su país como alto general del ejército, y con su aguja de coser tatuó en la espalda de su hijo los caracteres 尽忠报国 (jin zhong bao guo –que se podría traducir como “servir al país con completa lealtad”).

Tras lo sucedido, Yue Fei volvió a la capital del reino, donde agentes corruptos -que también habían traicionado a la dinastía del sur y realizado un complot en contra de Yue Fei-, capturaron, encarcelaron y por último ejecutaron al famoso y leal general.

La historia de Yue Fei ha sido ampliamente documentada en libros y canciones, y se constituye como una de las primeras fuentes que muestran un cambio de actitud en cuanto al tatuaje. Su legado inspiró a muchos para ver en esta práctica la contraparte de lo que solía significar, y desde entonces la misma élite utiliza su piel como una forma de mostrar su ética en tinta.

Durante las Dinastías Ming y Qing, los tatuajes empezaron a ser utilizados para diferenciar algunos grupos sociales, tales como asociaciones de comercio. "El tatuaje se convirtió en un símbolo de pertenencia, pues estos grupos eran informales, no criminales”, dijo al China Daily Wang Qingyuan, presidente de la Asociación China de Tatuadores.

Wang también le contó al China Daily que hace unos años se encontró con un hombre mayor en la ciudad de Tianjin que tenía un tatuaje de dos hombres sentados bebiendo té bajo un árbol. El hombre le dijo a Wang que su tatuaje representaba la marca de una organización industrial a la que había pertenecido.

El tatuaje tribal

Si bien el tatuaje no tiene una fuerte tradición entre chinos de la etnia Han, muchos grupos tribales minoritarios tienen un fuerte arraigo en cuanto a esta práctica, entre ellos los Dulong, los Dai y el pueblo Li de la isla de Hainan.

Solamente las mujeres llevan tatuajes en el caso del grupo Dulong. Su práctica data desde hace algo más de 300 años, pues alrededor de esa época los Dulong eran constantemente atacados y gran parte de las mujeres fueron tomadas como esclavos por vecinos enemigos. Por esto, las mujeres de la etnia empezaron a tatuarse el rostro, pues se pensaba que los tatuajes las hacían verse feas y por ende tendrían menos probabilidades de ser violadas.

Si bien las guerras con otras tribus desaparecieron de la cotidianidad de los Dulong, el tatuaje se instaló, y en la actualidad las niñas entre los 12 y 13 años son tatuadas en el rostro, un rito de paso que representa madurez.

En el pueblo Dai, por su parte, tanto hombres como mujeres llevan tatuajes. Las mujeres los utilizan como adornos en el dorso de las manos, en los brazos o como un pequeño punto en medio de las cejas. Entre los hombres, los tatuajes son vistos como símbolo de virilidad y fuerza, y generalmente se realizan diseños de dragones o tigres, aunque no existe un patrón determinado.

Durante años, los tatuajes en la etnia Dai se realizaban a niños entre los cinco y seis años. Ahora la edad acostumbrada es entre 14 o 15, pues también son considerados como un ritual de paso hacia la adultez.

Por último, también son las mujeres del pueblo Li en la isla de Hainan quienes más tatuajes se realizan a lo largo de su vida. Los hombres suelen tatuarse tres anillos azules alrededor de las muñecas, pero lo hacen con fines medicinales.

Entre las mujeres, los tatuajes también son vistos como rituales de paso hacia la madurez, y se realizan entre los 13 y 14 años. El primero en el cuello, posteriormente en la garganta, y tradicionalmente en la cara –aunque ya casi no se ven mujeres con tatuajes en el rostro, solamente las más ancianas-.

Durante los siguientes tres años, se tatúan brazos y piernas, siempre dejando las manos limpias –sólo las mujeres casadas pueden tatuarse las manos-.

Tener tatuajes en China hoy

Para 1949, con la revolución de Mao, los tatuajes adquirieron otra vez la connotación negativa que tuvieron durante siglos, asociados a los presos que eran tatuados o a otros que se tatuaban a sí mismos.

Después de la Revolución Cultural y con la apertura de China al mundo, los tatuajes empezaron a ser adquiridos por todo tipo de personas, pero en su mayoría se asociaban a miembros de un determinado grupo o pandilla. Ahora, “las implicaciones sociales han evolucionado, y si bien todavía se puede sentir algún tipo de discriminación, es mucho menor de lo que se sentía hace diez años”, dijo a China Daily Dong Dong, artista y dueño de tiendas de tatuajes en Beijing, Guangzhou y Kunming.

“Me sentía como un chico malo, algo así como un pandillero o delincuente”, continúa Dong. “Mi estudio en Beijing ha visto durante diez años los cambios que el tatuaje ha tenido en China, y cada vez hay más gente interesada en adquirirlos”.

Aun así, un tatuaje realizado en una tienda que cumpla con las normas higiénicas básicas en Beijing, puede costar algo más de 100 dólares la hora, un precio relativamente bajo en comparación con tiendas de tatuajes en ciudades europeas y norteamericanas, pero supremamente alto para el chino promedio.

Sin embargo, es más que normal ver grupos de chinos con tatuajes que incluso pueden cubrir toda la espalda, y los diseños han dejado de ser los tradicionales tigres y dragones para abarcar una variedad impresionante.

La percepción pública en China sobre las personas que llevan tatuajes definitivamente ha cambiado durante los años, y actualmente son generalmente aceptados como símbolos de individualidad.

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[Crédito foto: China Daily]