Los chinos están cansados de la violenta policía local, los chengguan. Los últimos escándalos los han puesto nuevamente en la mira. Este cuerpo policial desempeña tareas sencillas, como controles rutinarios y pequeños delitos, pero tienen permiso tácito de usar la fuerza.
La polvareda levantada por la explosión llevada a cabo por un ex taxista chino en el aeropuerto de Beijing el pasado 20 de julio aún no se ha aplacado. Se trataba de un hombre que denunciaba haber sido violentamente golpeado por la policía local -los chengguan- hasta el punto de dejarlo en silla de ruedas luego de un control de rutina.
El cuerpo policial no se había hecho responsable y los gastos en cuidados medicales que este joven chino había debido pagar alcanzaban los 100 000 yuanes ( 16 300 dólares). Al no tener ninguna respuesta oficial decidió realizar el atentado en el que fue el único herido.
En la misma semana había hecho escándalo la muerte de un vendedor ambulante de sandias y melones en Linwu, en la provincia de Hunan, después de una fuerte reprimenda por el mismo cuerpo de policía local.
Esta institución -cuya denominación oficial podría traducirse como "administradores de la ley de gestión urbana" – fue creada en 1994 para aliviar de trabajo a los policía estatales ocupándose de controles rutinarios y delitos de poca monta.
En general está personificada por jóvenes inexpertos casi sin formación. Hoy, después de varios escándalos como los citados más arriba y de la sensación cotidiana que tienen los chinos al lidiar con ellos "ser un chengguan" se ha convertido en una expresión despectiva equivalente a matón a sueldo.
Los chengguan dependen de la administración local a diferencia de la policía estatal que depende del Ministerio de Seguridad Pública, no tienen derecho a estar armados y muchas veces circulan sin uniforme.
La organización Human Rights Watch (HRW), los ha estudiado de cerca y ha registrado 150 agresiones entre 2010 y 2012, la mayoría a vendedores ambulantes. Según un comunicado publicado en el portal de la misma organización el problema de este cuerpo su falta de regulación.
Después de una breve formación, cualquiera puede acceder a él, lo cual causa que muchos de sus miembros sean personas sin formación y en ocasiones salidas de entornos violentos.
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