El primer ministro de Taiwán, Sean Chen, presentó su renuncia oficial por motivos de salud el día 23 de enero. La noticia se hizo pública entrada la noche del pasado jueves 31. Tras un año en el cargo, habiendo tenido que bregar con la crisis económica y otros problemas, un agravamiento de su salud le ha hecho dejar el cargo. El nuevo primer ministro será el hasta ahora vice-premiar, Jiang Yi-hua.
La noche del pasado jueves 31 de enero, la Oficina Presidencial hacía pública una nota de prensa por la que se anunciaba la dimisión del primer ministro Sean Chen y el nombramiento del vice-premier, Jiang Yi-hua, como sustituto. La noticia tomó desprevenida a la prensa por el horario tan inhabitual, pero no tanto por el contenido, pues ya en días anteriores se habían publicado rumores de una inmediata dimisión del premier por diferencias de opinión con el presidente Ma Ying-jeou.
Al día siguiente por la mañana, durante la tradicional rueda de prensa de Año Nuevo Chino del Yuan Ejecutivo, Sean Chen explicó los pormenores de su dimisión. Negó tajantemente que su renuncia se debiera a problemas con el presidente, aunque no negó que hubieran tenido opiniones dispares. Sin embargo, no ha sido una cuestión política la que lo ha llevado a renunciar tras un año en el cargo. A principios de mes, según dijo Chen, sintió opresión en el pecho y esofagitis. Las pruebas médicas y el consejo de su doctor lo convencieron de que no podía seguir con este estilo de vida que no hacía sino agravar la salud de Chen, de 63 años.
El día 16 de enero trató el asunto con el presidente y estuvieron debatiendo largo tiempo sobre la figura del sucesor. Finalmente, se decantaron por el todavía vice-primer ministro, Jiang Yi-hua, que ha tenido una destacada actuación en el plan de reforma de las pensiones. Así las cosas, el día 23 de enero presentó su renuncia formal al presidente, y desde ese mismo día, los rumores comenzaron a circular en los mentideros de la capital. Chen los atajó en la rueda de prensa y aprovechó para dar un espaldarazo a Jiang Yi-hua, del que dijo ser un compañero fiel y honesto.
Sean Chen accedió a su cargo de primer ministro de Taiwán exactamente hace un año, después que el tándem Ma Ying-jeou, Wu Den-yih, fuesen elegidos como presidente y vicepresidente respectivamente. La buena actuación de Chen durante su mandato como presidente de la Comisión de Supervisión Financiera y su fama de mago de las finanzas, convencieron a Ma Ying-jeou de que Chen era el hombre que necesitaba para reflotar la economía taiwanesa, cuyo modelo presentaba síntomas preocupantes de agotamiento.
Chen se puso manos a la obra con un decidido cambio de modelo económico por el que se pretendía deja de depender excesivamente de las exportaciones, que suponen aún el 70% del PIB taiwanés. El acento puesto en el turismo y el sector servicios junto a una liberalización del mercado, han sido los dos pilares básicos sobre los que Chen cimentó su gobierno. Para ello puso en marcha varias iniciativas, de entre las cuales la más importante ha sido la creación por primera vez en la historia de la República de China de un Ministerio de Cultura, cuyas riendas se cedieron a la escritora y profesora de la Universidad de Hong Kong, Lung Ying-tai. Las funciones de la antigua Oficina de Información del Gobierno, han sido asumidas por Cultura, entre ellas, las más importantes, el turismo y los tres medios de comunicación públicos: TVBS, Radio Taiwán Internacional y la Agencia Central de Noticias.
Asimismo, durante este año, el número de turistas extranjeros ha crecido exponencialmente gracias a eficaces campañas de promoción y tratados de cooperación económica con terceros países entre los que se daba gran importancia a la política de cielos abiertos. En este sentido, varias ciudades de China se han unido este año al nuevo espacio aéreo de vuelos directos a la isla. Sin embargo, uno de los programas más ambiciosos ha sido el la aprobación del proyecto de construcción de casinos en el archipiélago de Matsu, junto a la costa china, que dentro de cinco años se espera que atraiga al doble de turistas del continente.
No obstante, los 12 meses de Sean Chen en el cargo no han sido precisamente un camino de rosas, y varios problemas se cruzaron en su camino. Primero fue el ya de por sí estancado asunto de la importación de carne de vacuno estadounidense con niveles de ractopamina no permitidos por las leyes taiwanesas. Sólo en una sesión extraordinaria del legislativo abierta en agosto, y con la oposición en contra, pudo salvar este obstáculo que había sido considerado por Washington como condición sine qua non para reanudar las negociaciones sobre el mutuo Tratado de Comercio e Inversión (TIFA, siglas en inglés). El verano también trajo el escándalo en el que se vio envuelto el secretario del Yuan Ejecutivo, Lin Yi-shih, acusado de recibir y exigir sobornos de una empresa local. Por si fuera poco, las exportaciones seguían en descenso y desde Taipei se miraba con ansia la evolución de la presión sobre la deuda de España, Italia y Grecia; y el paro entre los jóvenes no dejaba de aumentar.
En medio de las cada vez más crecientes dificultades económicas estalló el conflicto de las islas Diaoyutai, que tuvo un mes en jaque al gobierno por los continuos roces con Japón -un aliado económico imprescindible- y con países del sudeste asiático en el Mar del Sur de China. Sólo el 18º Congreso del PCCh y las elecciones a primer ministro en Japón dieron un respiro a este asunto que recientemente vuelve a resurgir, habiéndose ya renovado las cúpulas de los contendientes.
Cuando parecía que los problemas comenzaban a solucionarse, con la exención de visado estadounidense y las buenas previsiones del PIB para los dos últimos meses del año, el país volvió a estremecerse: el fondo de pensiones estaba en quiebra. Tras una tormentosa sesión en el legislativo, en que la oposición había propuesto una moción de censura, superada sin pena ni gloria, Sean Chen anunció que si en los últimos tres meses de 2012 las cifras macroeconómicas no mejoraban dimitiría y anunció un plan de choque para salvar el fondo de pensiones.
Y las cifras comenzaban a mejorar, previo paquete de medidas que no incluía una subida del salario mínimo interprofesional. Las protestas de los trabajadores, la lentitud en implementar la reforma de las pensiones, la ira ciudadana al conocerse los bonus anuales que cobran profesores y militares, llevó a la oposición del Partido Democrático Progresista a lanzar una campaña de protestas callejeras bajo el nombre de “Furia”, las cuales terminaron en una gran manifestación por las calles de Taipei el pasado día 13 de febrero.
No obstante, la oposición carece aún de alternativa política seria a los problemas del país y las buenas cifras de las exportaciones en diciembre junto a las previsiones positivas para 2013, dejaban a Sean Chen con la única tarea pendiente de la reforma de las pensiones. El propio presidente Ma Ying-jeou puso toda la carne en el asador y se hizo cabeza visible de la reforma. El vicepremier Jiang Yi-hua se multiplicó para recabar opiniones de la ciudadanía en distintos foros. Finalmente, el pasado domingo, Ma Ying-jeou anunciaba el plan en una rueda de prensa conjunta con los presidentes de los cinco poderes del estado, mientras Jiang Yi-hua ofrecía los detalles técnicos. Sean Chen ya había dimitido oficialmente pocos días atrás, aunque aún no se sabía.
Su marcha era deseada por un sector amplio de la población que había visto descender su nivel de vida desde que estalló la crisis de deuda europea y que culpaba al premier de medidas impopulares como la congelación del salario mínimo y la eliminación de bonus anuales a militares, profesores y empleados de empresas públicas. Aún así, el paro descendió en el conjunto del año hasta situarse en un 4.13%, el más bajo desde el año 2008 en comenzó la crisis mundial. Las previsiones del crecimiento del PIB para este año vuelven a superar el 3%, cuando este año pasado la economía isleña sólo consiguió crecer un 1.25%.
Jiang Yi-hua seguirá con las reformas encaminadas hacia el cambio de modelo productivo y liberalización económica. Quedan aún tres años hasta las siguientes elecciones presidenciales. Quizás entonces podremos juzgar con más datos y mejor perspectiva las medidas llevadas a cabo por Sean Chen. De momento, que se mejore de salud.
Foto: Ex-Primer Ministro Sean Chen
Iker Izquierdo es un periodista español basado en Taipei. Acá puedes leer la presentación a su blog "En los límites del imperio".