La seguridad en tiempos de transición política

In by Simone

Desde los batallones del Ejército Popular de Liberación y los cuerpos de bomberos hasta los taxis y las brigadas de jubilados voluntarios están en pie de guardia. Todas las autoridades se encuentran ya en máxima alerta a una semana exacta del XVII Congreso del Partido Comunista en Beijing, que marcará el inicio de una transición política que ocurre cada diez años y que dará paso a la siguiente generación en el liderazgo de China. La puesta en marcha de este engranaje de seguridad busca que todos los servicios públicos funcionen perfectamente y evitar cualquier manifestación de protesta que pueda generar algún contratiempo a los delegados del Partido que se reunirán en el Gran Salón del Pueblo para formalizar el paso de la cuarta a la quinta generación de líderes.
El aumento de las medidas de seguridad no sólo supone una mayor presencia policial en las calles, sino que también se puede palpar en el estado de alerta de las brigadas municipales de bomberos, en los controles estrictos del tráfico en las principales avenidas y en las estrictas revisiones a las medidas de seguridad de los transportes públicos.

El gobierno de Beijing incluso anunció con bombos y platillos la puesta en marcha de un programa para garantizar los servicios de agua, electricidad, gas, calefacción, transporte y control de incendios tan solo 15 minutos después de cualquier emergencia. Además, los vehículos que transporten sustancias químicas tóxicas o peligrosas no podrán circular por Beijing entre el 1 y el 18 de noviembre, y los permisos para los vehículos no registrados en la capital se reducirán de siete a tres días, anunciaron las autoridades de tráfico.

También se han tomado medidas más creativas. Las ventanillas de muchos taxis de Beijing no tendrán manija, por lo que permanecerán cerradas todo el tiempo para evitar el lanzamiento de panfletos o globos con notas, informó el diario Global Times. Y, como parte del mismo operativo, equipos de jubilados voluntarios han sido movilizados para ayudar a mantener el orden y la seguridad antes y durante la reunión. Asimismo, el Ministerio de Seguridad Pública y el de Ferrocarriles prohibieron llevar todo tipo de cuchillos, tijeras, martillos y hachas a los pasajeros de los trenes.

Zhou Yongkang, el miembro del Comité Permanente del Politburó encargado de los servicios de seguridad, instó a todos los funcionarios del país a evitar los conflictos sociales. Al manejar mejor los pedidos populares, atender seriamente aquellos que sean razonables y evaluar los riesgos a la estabilidad social que se deriven de las cuestiones más graves, el número nueve del gobierno chino busca prevenir y reducir los conflictos sociales desde su origen.

"Los esfuerzos de seguridad concretos destinados a garantizar un ambiente social seguro y estable para el desarrollo exitoso del XVIII Congreso Nacional son la tarea política más importante de los departamentos de policía de todo el país", afirmó Meng Jianzhu, ministro de Seguridad Pública, durante una reunión con la policía de Beijing.

Al mismo tiempo, la vigilancia se ha reforzado en Internet, que se ha convertido en el mejor termómetro para saber lo que piensa la opinión pública en China. Todas las referencias al importante evento político en el microblog Weibo son estrictamente vigiladas, por lo que los internautas chinos ha optado por utilizar palabras clave como “sparta”, que suena en chino muy similar a la bloqueada shibada (十八大 que es la abreviación en Chino para el XVIII Congreso) para esquivar la censura.

La velocidad de conexión ha descendido sensiblemente debido al aumento de estas medidas de control, que se multiplican antes de los eventos políticos sensibles. “Mi conexión a Internet se hace cada vez más lenta, esto es porque se acerca “sparta” o porque es el fin del mundo”, decía un usuario de Weibo citado por el diario hongkonés South China Morning Post.

[Foto de The Atlantic]