Durante el próximo Congreso del Partido Comunista de China se procederá a la modificación de sus estatutos. Lo más probable es que será un triunfo de la línea del "mercado socialista" y que se removerá cualquier referencia maoísta. Todo parece indicar que la revolución y la lucha de clases ahora son viejos ideales, incluso hasta peligrosos.
Según se desprendió de una reunión ayer, el Politburó -el más influyente órgano del Comité Central del Partido Comunista chino- presentará una propuesta de modificación del Estatuto del partido en la séptima sesión plenaria del XVII Comité Central el 1 de noviembre próximo. Es decir, una semana antes del XVIII Congreso.
Durante la reunión de los 24 miembros más poderosos del Partido Comunista de China (eran 25 hasta la caída de Bo Xilai) se oyeron propuestas sobre la modificación del documento fundacional del partido y los dictámenes de la sociedad civil. Además se planteó el borrador de un documento programático que se presentará en el XVIII Congreso en poco más de dos semanas.
Este último, informó la agencia oficial Xinhua, "sigue las aspiraciones comunes de los miembros del Partido Comunista chino y de los diversos grupos étnicos que conforman la nación, viene a satisfacer las necesidades de desarrollo del socialismo con características chinas, adaptándose a nuevas situaciones y a nuevos objetivos.” Es necesario una trabajo de “renovación para fomentar la adaptación [del estatuto] a las necesidades del partido de innovación en lo teórico, práctico y a nivel de desarrollo, con el fin de promover el trabajo del PCC y fortalecer mejor sus bases.”
Según el comunicado de prensa publicado por Xinhua, el PCC debe continuar con las reformas de apertura de mercado, reunir fuerzas, superar dificultades, avanzar con firmeza en el camino socialista con características chinas y esforzarse por construir una sociedad moderadamente acomodada. Para ello el partido pretende continuar en el camino abierto en 1979 por las "cuatro modernizaciones" (industria, agricultura, ciencia y tecnología, defensa) y la apertura al mercado de Deng Xiaoping.
El fuerte énfasis en la figura de este último está directamente relacionada con una gran ausencia: la de Mao Zedong. El diario de Hong Kong South China Morning Post informó hoy que el documento propuesto definirá la dirección del PCC durante los próximos cinco años, y que en él no hay ninguna referencia al pensamiento de Mao Zedong. Según algunos observadores cercanos de la política china actual, esto sería una señal de que el Partido se está moviendo a "disminuir la filosofía del patriarca desaparecido" en el próximo Congreso Nacional.
Las ideas de la "lucha de clases, vida comunitaria y revolución continua", generalmente asociadas con el término "Maoísmo" no pertenecen más a la China contemporánea. En consecuencia, para la nomenclatura del PCC ha llegado el momento de de eliminar de su estatuto, las referencias a tales conceptos.
De hecho, según el diario de Hong Kong, el PCC quiere dar una señal fuerte a la llamada "nueva izquierda", y en particular el intento de reactivación maoísta liderada por el ex jefe de la CCP de Chongqing, Bo Xilai. "La campaña ‘roja’ y la popularidad de Bo han asustado a algunos líderes de orientación reformista," dice Zhang Ming, un profesor de ciencias políticas en la Universidad Renmin de Beijing. “El Maoísmo podría aún ser popular entre quienes siempre han visto con desprendimiento las reformas capitalistas de Deng”.