“Mo Yan se convertirá en un nombre fijo en los libros de texto y los cursos de literatura mundial”: investigador Michel Hockx

In by Andrea Pira

Para Michel Hockx no cabe ninguna duda: Mo Yan se convertirá tarde o temprano en un nombre establecido dentro del canon literario. Para este profesor de estudios chinos de la prestigiosa Escuela de Estudios Orientales y Asiáticos (SOAS) de la Universidad de Londres, las controversias políticas que despertó la selección de Mo -amigo personal suyo- son infundadas y serán rápidamente olvidadas debido al innegable valor literario de sus obras. China Files conversó con Michel Hockx sobre el Premio Nobel concedido este año a Mo Yan, como parte de una serie de entrevistas con estudiosos de su obra.

Gran parte de la discusión en torno a Mo Yan parece estar relacionada con el hecho de si es un escritor subversivo (con sus novelas mordaces y sarcásticas) o uno servil (por su condición de escritor pagado por el gobierno), dejado poco espacio para otras opciones. ¿Cómo cree usted que interpreta Mo Yan el rol de un intelectual? ¿Qué tipo de intelectual busca ser?

Creo que Mo Yan hablará sobre los temas en los que tiene opiniones fuertes, pero me da la impresión de que se niega a responder públicamente a las agendas que otros tratan de imponerle. Como si no quisiera ser forzado a escoger entre ser ‘subversivo’ y ‘servil’, porque ambas posiciones implican que la actitud política adquiere mayor importancia que la calidad de su literatura. Y esa una premisa que Mo Yan -o en mi opinión, cualquier escritor serio- nunca aceptaría.

¿Podría ser que su posición como escritor con un salario gubernamental ha hecho difícil que su silencio en torno a muchos temas sea interpretado sin prejuicio?

Mo Yan ha escrito tantas novelas, cuentos y ensayos que difícilmente se podría hablar de su silencio. De hecho, ha sido todo menos eso. Si estamos hablando de un silencio en torno a temas que personas con agendas políticas quisieran verle tocar, sí, entonces sí ha sido silencioso. Pero ese es su derecho como escritor. No le hacemos esa exigencia a los escritores occidentales y al hacérsela a los escritores chinos, estamos cayendo en una forma de prejuicio.

Creo que para escritores de la generación de Mo Yan, que crecieron bajo el sistema socialista, lo más importante es poder liberar la literatura de tener que adherirse a agendas políticas. Así que él no va a atenerse a la línea del gobierno, pero tampoco a la disidente, que también prioriza la expresión política sobre la literaria.


¿Cree que el Nobel de Mo Yan podría calmar un poco la ansiedad de China por obtener el reconocimiento cultural de occidente?

Para el público interesado en estos asuntos en China, sí creo que calmará parte de esa ansiedad. Y para el gobierno chino podría ser incluso visto como evidencia de que su agenda de “soft power” está comenzando a cosechar resultados.

¿Podría el premio tener un efecto significativo en la circulación de la literatura china en el extranjero, como lo hizo el de José Saramago con la portuguesa o el de Orhan Pamuk con la turca?

No olvidemos que la literatura china ganó su primer Nobel en 2000 con Gao Xingjian. Aunque no tenía la nacionalidad china en el momento en que ganó el premio, todas sus obras mayores hasta la fecha habían sido escritas en chino y habían sido publicadas ya sea en China misma o en lugares que China reclama como su territorio (Hong Kong y Taiwán).

El Nobel de Gao generó mucho interés en la literatura china y esta tendencia seguramente se verá fortalecida con el premio de Mo Yan. Al mismo tiempo, ya que tantas obras de Mo Yan han sido traducidas al inglés por Howard Goldblatt, creo que muy pronto se convertirá en un nombre fijo en los libros de texto y los cursos de “literatura mundial”.

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