[Chineando] con el olvidado y recientemente recordado Sanyu

In by Andrea Pira

El pasado 26 de mayo, el cuadro “Lotus azul con botellas de vidrio" del artista Sanyu fue vendido por 6.1 millones de dólares en Hong Kong a un comprador asiático. Sanyu entra al grupo de los artistas chinos más cotizados del mundo junto a Zhang Daqian y Qi Baishi. 
Sanyu nació en una familia rica que poseía una gran fábrica de tejidos de seda en Nanchong, Sichuan. La riqueza de su familia le permitió estudiar con el gran calígrafo Zhao Xi, tomar clases de pintura con su padre y seguir sus estudios con tutores privados.

Bajo la gobernación de la débil monarquía Qing, China fue invadida por de otros países y se vio sometida a unos tratados injustos para su población. Los intelectuales chinos buscaron levantarse contra la opresión extranjera, buscando aprender de la cultura internacional, sus sistemas políticos y sus técnicas, con el objetivo de vencerlos. Muchos de ellos se mudaron a otros países y Sanyu, montado en la tendencia, se fue a Francia donde conocía a otros artistas chinos como Xu Beihong, Lin Fengmian y Pan Yuliang, etc.

Pero a diferencia de los estudiantes chinos, Sanyu no se inscribió en la estimada escuela École nationale supérieure des Beaux-Arts, sino que prefirió irse a pintar libremente por las cafeterías del Boulevard du Montparnasse.

Durante su primera etapa en París, Sanyu se dedicó a crear sin trabas y se sumergió en la urbe de los años veinte donde se codeaba con las élites bohemias y artísticas.

Las obras de su periodo inicial recuerdan el estilo de Henri Matisse, con mujeres desnudas hechas con trazos sencillos pero perfectos.

La mayoría de sus dibujos de las desnudas fueron hechas con pinceles y tinta china, recordando los largos años de su infancia dedicados a la caligrafía. La simplificación de las líneas y las curvas femeninas son muestra de su admiración a Matisse. Sin embargo, sus colores no son tan provocativos y cromáticos como los fovistas, sino que principalmente son blancas o rosa. De igual forma, la representación humana con proporciones exageradas y la falta de detalle en la expresión de los caracteres hacen que sus mujeres se parezcan mucho a las de Modigliali.

En esa edad de oro, los artistas chinos se encontraron en una etapa de convergencia, desde la tradición hasta la modernidad, desde la tinta china hasta la pintura al óleo.

La naturaleza muerta de Sanyu refleja esta tendencia. Su flor-jarrón forma una parte de sus bodegones. Sanyu divide el espacio pictórico en dos tonos puros, por ejemplo, la combinación de azul de Prusia y negro o rosa y blanco. El contraste del color, con la estática del objeto y la composición crean un estado de maravilla y sutileza.

Otras de sus obras están consagradas a los animales, principalmente a los caballos. Comparando sus caballos con las del pintor chino Xu Beihong, que tienen fuerza, coraje, resistencia y velocidad, los caballos de Sanyu son animales perdidos y débiles con un fondo semejante a El Grito de Edvard Munch. Una tendencia que revela a su vez soledad y depresión durante su vida.

Sanyu no fue famoso en vida. Siempre vivió de forma acomodada pero sencilla, gracias al apoyo de su familia. Pero al morir su hermano, se acabaron sus fuentes de ingreso y debió buscar otros recursos. Al no ser muy hábil en los procesos comerciales, nunca logró trabajar con galeristas o comerciantes que promovieran sus pinturas.

El 12 de agosto de 1966, por una fuga de gas no detectada, Sanyu murió mientras dormía. Sólo tenía 65 años. Aunque Sanyu no fue aclamado en su tiempo, hoy en día, la obra del artista chino Sanyu está dejando records históricos en subastas internacionales de arte y reposicionándose como uno de los más importantes artistas chinos de la historia.

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