Chen Guangcheng entra en el baile diplomático entre China y Estados Unidos

In by Andrea Pira

Todos los años Estados Unidos y China mantienen una sesión de “diálogos estratégicos y económicos”, con los que aspiran a poner sobre la mesa temas de interés para ambos e impulsar una relación más fluida. Pero este año, justo cuando llegaban a la capital china la secretaria de Estado, Hillary Clinton y el secretario del Tesoro Timothy Geithner, la agenda de discusión había cambiado dramáticamente. Entre Washington y Beijing pesaba la increíble fuga del abogado ciego y activista de derechos humanos Cheng Guangcheng. ¿Qué sucederá en el terreno diplomático?
La improbable historia comenzó el viernes pasado. Chen Guangcheng, que se dio a conocer por sus denuncias sobre abortos tardíos y esterilizaciones forzadas, escapó en medio de la noche de su casa en una remota aldea de la provincia de Shandong, en donde se encontraba en arresto domiciliario extrajudicial. Su refugio final era incierto, aunque allegados suyos aclaraban que se encontraba en un lugar custodiado por “diplomáticos estadounidenses” y todo parecía indicar que se trataba de la misma Embajada de Washington en Beijing. Así las cosas, la fuga del célebre abogado ciego conseguía opacar por completo la agenda oficial que tienen planeada ambos países durante esta visita.

Hasta el momento ninguno de los dos gobiernos se había manifestado sobre el tema. Hillary Clinton hizo énfasis en que el carácter económico de su visita no la detendría de tocar otros temas, aunque no especificó que se trataría de Chen. "Garantizo que, durante esta visita, conversaré sobre todos los asuntos que están pendientes entre nosotros, incluidos los de derechos humanos", dijo a periodistas antes de su viaje a China.
 

La presión sobre el gobierno de Barack Obama se hacía sentir también en Estados Unidos. “Nuestro país debe jugar un papel fuerte en urgir reformas en China y en apoyar a quienes luchan por las libertades que nosotros disfrutamos", manifestó en un comunicado de prensa Mitt Romney, el probable candidato republicano en las próximas elecciones presidenciales.
 
 

Entre tanto, la prensa oficial china finalmente abordó el tema después de varios días en silencio. En dos comunicados divulgados hoy la agencia oficial Xinhua cuestionó el rol desempeñado por Estados Unidos en el caso. "China exige disculpas de Estados Unidos por haber ingresado a un ciudadano chino ‘por vías no formales’ a su Embajada", señalaba el comunicado, que citaba la "insatisfacción" del gobierno chino por el asunto. "La Embajada tiene la obligación de respetar las leyes internacionales y chinas relevantes y no debe hacer nada contrario a sus funciones", señaló la portavoz de la Cancillería china, Liu Weimin, en declaraciones recogidas por Xinhua.
 
Para algunos expertos chinos también cobraba relevancia el comprobar si Chen había recibido la ayuda de funcionarios estadounidenses. "Una cosa es que ellos hablen sobre si Chen Guangcheng está siendo tratado injustamente, pero actuar es otra cosa. Legalmente hablando eso es una violación a la soberanía de China", aseguró Shi Yinhong, un profesor de relaciones internacionales de la Universidad Popular de China, en a la BBC.

Washington optó por hacer un trabajo diplomático discretamente. Kurt Campbell, asistente de la secretaria de Estado para Asia oriental, quien se preparaba para desplazarse a China con el fin de organizar la agenda de Clinton, adelantó su viaje tras la fuga de Chen. Así mismo, el consejero de lucha antiterrorista antilucha del presidente Barack Obama, John Brennan, enfatizó que Estados Unidos debe seguir luchando por un balance entre los derechos humanos y su relación con China.
 
 

La especulación en torno a una posible solicitud de asilo político por parte de Chen Changchung –el famoso activista chino- y a la manera como gestionaría la crisis Washington terminó por opacar los asuntos que realmente traían a Clinton y Geithner a Beijing. Temas como la tasa del yuan -que Estados Unidos querría ver más fuerte-, las disputas sobre propiedad intelectual, las ambiciones nucleares de Irán y el programa nuclear de Corea del Norte quedaron relegados de inmediato a un segundo plano.
 
 

Tampoco resultaba sorprendente. “Cada vez que nos reunimos con China, surge el tema de los derechos humanos”, había señalado en otra ocasión el presidente Barack Obama. En efecto, las relaciones entre las dos potencias mundiales se han visto con frecuencia nubladas por distintas visiones en cuanto a derechos humanos. El Premio Nobel de Paz a Liu Xiaobo hace un año y medio había sido el último cruce de palabras fuerte por este tema.
 

Chen Guangcheng se dio a conocer tras sus denuncias de cómo las mujeres en Shandong eran sometidas a abortos y esterilizaciones y fue enviado a prisión por más de cuatro años por "daños a la propiedad" y "disturbios al tráfico". Cumplió su pena, pero fue luego sometido al arresto domiciliario, sin que se le imputaran nuevos cargos.
 

 

 

Si te gustó esta nota, también pueden interesarte estas:

La increíble fuga de Chen Guangcheng

China recluta a sus abogados


[Foto cortesía de rcinet.ca]