Wang Lijun podría escapar a la pena de muerte, condena que suelen pagar los desertores en China, gracias a sus "contribuciones" para desentrañar los negocios turbios de la familia de Bo Xilai, según fuentes citadas por el South China Morning Post. El superpolicía y antigua mano derecha del político caído en desgracia fue quien desencadenó la saga que mantiene en vilo a China cuando intentó refugiarse en el consulado estadounidense en Chengdu. Habían pasado casi dos meses sin noticias de Wang, pero ahora emergen los detalles después de que Beijing informara a altos funcionarios de Hong Kong sobre el caso.
Bo, quien había sido uno de los principales candidatos a ocupar un asiento en el máximo órgano de decisiones del país hasta su detención el 10 de abril, es encuentra bajo investigación por "graves violaciones” de las normas del Partido Comunista. Su esposa Gu Kailai y un miembro del personal de la familia Bo, Zhang Xiaojun, han sido arrestados como sospechosos en la investigación sobre el homicidio del empresario británico Neil Heywood hace cinco meses en Chongqing. Wang, a su vez, permanece bajo custodia de las autoridades desde su frustrado intento de obtener asilo político en Estados Unidos en febrero.
"El antiguo secuaz del principito podría escapar a la ejecución por intento de deserción", habrían señalado funcionarios de alto nivel al South China Morning Post, el diario más importante de Hong Kong. De acuerdo con las fuentes citadas por el diario hongkonés, que asistieron a una reciente reunión en Shenzhen, los jefes del gobierno central han concluido que Wang Lijun había "tratado de desertar"- un delito teóricamente punible con la pena de muerte- pero habría en parte pagado por sus crímenes al "ayudar", una referencia a su cooperación con la investigación que acabó con la carrera política de Bo.
"Altos funcionarios han informado que Wang habría tratado de desertar, pero expió su crimen haciendo algunas buenas acciones", dijo una de las fuentes, lo que sugiere que el ex superpolicía podría escapar la ejecución. Los detalles fueron divulgados después de que los ejecutivos de empresas líderes financiadas por China y de las instituciones de Hong Kong fueran invitados a un retiro en Shenzhen la semana pasada para una reunión informativa sobre el asunto Bo Xilai y sobre el punto de vista de Beijing sobre el caso, según indicaron.
Aunque la versión oficial de la caída de Bo se había propagado internamente durante semanas, la última reunión sugiere que Beijing pronto podría dar a conocer su posición en el asunto que involucra a Bo, su esposa Gu y Wang, todos en custodia de las autoridades en paraderos desconocidos.
Beijing está aparentemente ansiosa por llegar a una conclusión rápida del caso, ya que la reorganización de la cúpula del Partido Comunista más importante en una década está a sólo meses de distancia. Y el destino de Wang había sido objeto de especulaciones desde el inicio. Hasta el momento, los observadores de la política china creen que probablemente Gu Kailai sea considerada como principal culpable, mientras que a Bo se le pedirá pagar por una "responsabilidad secundaria", de acuerdo a los funcionarios que asistieron a la reunión en Shenzhen.
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