El asunto Bo y algunas reflexiones en torno al modelo chino

In by Simone

Bo Xilai, suspendido por el Comité Permanente del Buró Político del Partido. Su esposa, Gu Kailai, bajo arresto por ser sospechosa del asesinato del empresario británico Neil Heywood. La tormenta política china continúa. Pasan los días, los detalles emergen y lentamente se va configurando el rompecabezas judicial que comenzó cuando Wang Lijun intentó refugiarse en el consulado estadounidense de Chengdu. Pero también hay reflexiones importantes -aunque parciales- que es necesario hacer sobre lo que ha sucedido hasta ahora. Se especula sobre conservadores, neomaoístas, liberales, personalidades y revoluciones culturales temidas, pero hay algunos puntos que ya han quedado en claro, aunque aún estemos en medio de la tormenta. Aquí hay unos cuantos. 

Impunidad

El asunto Bo Xilai demuestra, más que un afán de purga por parte del partido, una pésima imagen para la política china: demuestra la impunidad y el carácter de banda de los políticos chinos, verdaderos emperadores en sus diferentes feudos y en los diversos sectores económicos, que se mueven como  gangsters de otra época, con total desprecio por todas las reglas. 

Bo Xilai ahora es la manzana podrida, pero no es difícil imaginar cuántas capas de otras abominaciones podrían esconderse en otros lugares del poder china.


Asuntos públicos

A menudo se compara el asunto Bo con los acontecimientos de la misteriosa muerte de Lin Biao en 1971. Cierto, pero también en función de subrayar las diferencias a nivel de la información: en la actualidad, a pesar de la censura existente en China, gracias a las redes sociales y quizás también a un nuevo interés de los chinos por los asuntos personales de la vida pública, la información corre mucho más rápido. El resultado es que es necesario separar los rumores, los hechos y los acontecimientos que a menudo son tomadas con el mecanismo del teléfono roto. Pero eso ya es un cambio. 

El factor internacional

Buena parte de la información hasta ahora conocida ha emergido porque involucraba a otros países. Desde la visita de Wang Lijun al consulado estadounidense de Chengdu, donde permaneció un día hasta que decidió entregarse a las autoridades chinas, hasta la solicitud de Gran Bretaña de reabrir el caso de la misteriosa muerte del empresario británico Neil Heywood en Chongqing, la historia ha seguido su curso sólo cuando “viraba frenéticamente en la dirección de otros países”, en las palabras de Evan Osnos del New Yorker.


Modelo colegiado 

Funcionarios diplomáticos de Estados Unidos interrogaron a Wang Lijun y probablemente fueron quienes informaron a los británicos de las misteriosas circunstancias que rodearon la muerte de Neil Heywood. El gobierno de David Cameron procedió a exigir una investigación y comienza a fluir la información. Caen Bo Xilai y su esposa. 

Pero también hay un motivo político: Bo Xilai probablemente caería de todos modos. El exceso de compromiso y su excesivo individualismo lo hacían una figura solitaria en un país que después de Deng Xiaoping ha elegido el camino del poder colegiado.