Un tramo del ferrocarril de alta velocidad en Wuhan se derrumbó el viernes pasado, al mismo tiempo que en Beijing se desarrollaba la plenaria anual de la Asamblea Nacional Popular, aunque la noticia del accidente sólo se supo hasta el lunes. Cientos de trabajadores reparan ya la vía férrea, pero la red de alta velocidad en China es objeto de controversia, desde hace un año, tras una serie de escándalos, accidentes y casos de corrupción.
Una sección de un ferrocarril de alta velocidad en Wuhan, provincia de Hubei, se derrumbó el viernes pasado, según informó la agencia Xinhua. La causa habrían sido las fuertes lluvias que han azotado la región, que causaron el accidente antes de la inauguración del tramo prevista para mayo, que ha ocasionado de nuevo el debate sobre la seguridad de las líneas de alta velocidad en China.
A pesar de los accidentes, escándalos y arrestos que han sacudido la red férrea, las autoridades chinas continuarán apoyando sus proyectos. De hecho, le han sido asignados nuevos fondos para asegurar la realización de los planes de alta velocidad consignados en el último plan quinquenal. Cientos de trabajadores fueron enviados de inmediato a reparar la vía férrea destruida, según indicó Xinhua.
No es la primera vez que un accidente en la red de alta velocidad se convierte en controversia pública. El verano pasado, de hecho, el choque de dos trenes de alta velocidad de Wenzhou, en el sur de China, había ocasionado la muerte a 40 personas. Más de 170 resultaron heridas cuando un tren descarriló, levantando fuertes críticas por los estándares de seguridad en un sistema que llevaba poco tiempo en funcionamiento.
La semana pasada las autoridades chinas habían anunciado la continuación de proyectos de alta velocidad. “El desarrollo de proyectos ferroviarios claves estará garantizada", dijo a la prensa china Wu Qiang, director de la unidad de transporte del Ministerio de Ferrocarriles. "La inversión en ferrocarriles será de 500 millones de yuanes (79 millones de dólares) este año, y el dinero utilizado para los ferrocarriles en construcción está asegurado", añadió.
En 2011, 440 millones pasajeros utilizaron las 18 líneas de alta velocidad existentes en el país, casi el doble en comparación con 2010. Teniendo en cuenta que el próximo plan quinquenal se centrará en el desarrollo de la economía "verde", el gobierno considera que también la alta velocidad desarrollará " una industria más ecológica y más eficiente”, según indicó Wu.
No obstante el crecimiento en el uso del sistema, siguen lloviendo críticas por la poca eficiencia y el atraso del sistema de venta de billetes. El ministerio anunció que espera que un sistema de venta de billetes en línea entre en funcionamiento antes de la Fiesta de Primavera en febrero del próximo año. Durante el pasado Año Nuevo chino, en enero, el sistema experimental de emisión de billetes en línea colapsó al no poder cumplir con la demanda de los ciudadanos.
Pero también la corrupción ha marcado la gestión del plan de alta velocidad. En febrero de hace un año, el ex ministro de Ferrocarriles chino, Liu Zhijun, fue expulsado del Partido Comunista después de una serie de escándalos de corrupción que dieron al traste con la imagen del Ministerio.
Liu Zhijun había sobrevivido políticamente al escándalo que golpeó a su hermano en 2006, cuando éste fue señalado de ser el instigador de un asesinato para cubrir las actividades ilegales en relación con la venta de boletos para el tren a Wuhan. Pero luego vino su caída fue súbita, por " graves faltas disciplinarias” y acusado de haberse embolsillado más de 100 millones de yuanes en sobornos. Eso, además de su poco favorable imagen pública, también golpeada por las revelaciones de que tendría hasta 18 amantes.
Por ahora, queda por ver si, con una economía en proceso de desaceleración, el gobierno chino mantiene sus promesas de desarrollo de la alta velocidad.