El dragón y la visión china del mundo

In by Simone

Acaba de comenzar el año del Dragón (龙, lóng) de agua que va del del 23 de Enero de 2012 al 9 de Febrero de 2013, según el calendario chino. Este calendario data de hace más de 3000 años, desde la dinastía Xia. Desde muy temprano los antiguos chinos comprendieron que si querían sobrevivir, tenían que someterse a las leyes de la naturaleza. La alternancia regular de las estaciones, la sucesión del día y de la noche, les sugirió un orden benéfico natural al que era importante conformarse. Conocer dicho orden para sintonizarse mejor con él, es la sabiduría que trae la prosperidad y el equilibrio supremo que los chinos llaman “Armonía”. 
El papel del emperador, el “hijo del Cielo” consistía en armonizar el mundo –llamado expresivamente "todo bajo el cielo" (天下, Tiānxià)-, con el orden celeste. 
Esto permite comprender que el campesino chino, como el de otras culturas antiguas, no trata de definir una cosmogonía para brindar una explicación racional del mundo. Quiere solamente darse reglas de conducta que le permitan garantizar su supervivencia y mejorar las condiciones de su existencia.

Es así como la antigua visión china del mundo involucra tres tipos de Qi o energía vital: la celestial, la terrenal y la humana. Los chinos consideran los designios del cielo y de la tierra como indicaciones del saber qué hacer (el Qi humano), más que por el hecho de saber qué le pasará. Ubicados entre el Cielo y la Tierra, comprendieron que somos un microcosmos sometido a las mismas leyes del macrocosmos que nos contiene. 


Con base en la observación de la naturaleza, que tiene en cuenta las fases de la luna, se estructuró el calendario lunar, que es la base del cálculo del tiempo de los chinos. 


El calendario chino gira alrededor de un ciclo sexagesimal (60 años). La creación de este calendario se le atribuye al Emperador Amarillo o Huang Ti, hacia el año 2697 a.C.
El ciclo sexagesimal chino está formado por la interacción de los Diez Troncos Celestes y las Doce Ramas Terrestres que son unidades de tiempo y lugar.
 El Qi celeste está representado por uno de los cinco elementos en su forma Yin o Yang, Tian Kang o Diez Troncos Celestiales; el Qi terrestre está formado por las Ramas Terrestres, Ti tche,  que  están relacionadas con los animales del zodíaco chino.
Una de las maneras de representar este ciclo de 60 años consistió en dos ruedas concéntricas encimadas, una conteniendo los 10 troncos celestes y otra las 12 ramas terrestres. El movimiento superpuesto de ambos círculos despliega el ciclo de 60 años para contar el tiempo.

La cuenta de los días utilizando los troncos celestes y ramas terrestres se ve en las inscripciones de los huesos y caparazones de tortuga. Un estudio de los datos históricos del período comprendido entre el tercer año del reinado 3 de Yingong de Lu (720 a.n.e.) y el tercer año del reinado Xuantong de la dinastía Qing (1911) muestra que con este método no habían cometido ningún error ni habían interrumpido ningún día en más de 2600 años.


En el Libro de la Odas y en el Lun Heng aparecen las primeras referencias a los doce signos del zodiaco chino. Estos han tenido un profundo significado para la cultura china. El dragón ocupa una posición muy especial, ya que se le considera un animal sagrado. Simboliza la sabiduría, el entendimiento más profundo, el corazón más elevado y la virtud más incorruptible. Es considerado como el guardián de los tesoros, así también es un símbolo de las artes marciales. Tradicionalmente el dragón representa al cielo y al emperador. Es el tótem de la nación china.

En Occidente la palabra dragón deriva del latín draco, y del griego δράκων (drákōn), y significa "dragón, serpiente de gran tamaño, o serpiente de agua".

Según algunos expertos como Lü Longgen, profesor de la Facultad de Español y Portugués de la Universidad de Estudios Internacionales de Beijing, el dragón chino guarda similitudes con otros animales míticos del continente americano como Quetzalcóatl o la serpiente emplumada, serpiente preciosa o hermosa serpiente voladora (quetzal, es decir, «ave de plumaje precioso», y cóatl, que significa «serpiente»), ser sagrado de varias de las culturas de Mesoamérica.

En efecto, Quetzalcóatl es también el nombre nahuatl de los mesías mesoamericanos y el título de los sacerdotes supremos de la religión tolteca. A Quetzalcóatl se le atribuye, al igual que al dragón chino, el poder de influir sobre las buenas cosechas en la agricultura. Así, está relacionado con el tiempo como propiciador de la fertilidad, la lluvia y el agua en general.

En consonancia con lo anterior, el año del dragón yang de agua, para la concepción china suele estar marcado por la impredecibilidad y la intensidad. Simbólicamente refiere a un río caudaloso, no es agua estancada, y en ese sentido, es tiempo en que las ideas, los proyectos y la creatividad fluyen abundantemente.

Diana Andrea Gómez es la directora del Centro de Estudios de China en Bogotá (Colombia).

[Fotografía cortesía de Laura Billings]