El cine chino tendrá sus propios Óscares

In by Simone

Hollywood tiene cientos de premios, desde los Globos de Oro hasta los Óscares. Francia tiene sus Césares, España sus Goyas y Gran Bretaña sus Baftas. Ahora China decidió que no basta con invertir grandes sumas en su industria cinematográfica -como lo demuestra la superproducción Las flores de la guerra, de Zhang Yimou- sino que quiere unos premios que impulsen su cine por dentro y por fuera del país.
Los premios funcionan no sólo como un reconocimiento al talento, sino también una oportunidad para llegar a nuevos públicos e impulsar las carreras comerciales de las películas a nivel internacional. Por eso no sorprende que tras la atención mediática que han recibido en sus propios países, muchas películas que incluso no habían alcanzado grandes taquillas tengan una segunda oportunidad para encontrar su público. China lo entiende así y ha decidido revivir unos premios que había fundado hace siete años, pero que nunca tuvieron vida realmente.

Lo curioso es que Beijing diseñó un sistema novedoso para este tipo de certámenes. En la mayoría de países los miembros de la academia nacional de cine votan -según su campo y de manera secreta- para elegir a los mejores. China optará por un sistema propio de los festivales de cine, en el que un jurado determinará lo mejor de la producción nacional entre diciembre de 2010 y 2011. Habrá un primer jurado que reducirá la lista de candidatos -en un país que produjo cientos de películas- y otro que realizará la selección final. El realizador Tian Zhuangzhuang, uno de los más reconocidos de la ‘quinta generación’, será el presidente del jurado que determinará.

Entre las películas que llegaron a las pantallas chinas durante el último año figuran 1911, la mirada de Jackie Chan a la Revolución Xinhai que terminó con la dinastía Qing y el período imperial, y Mi reino, del popular cantante Gao Xiaosong. También están Snow Flower y su abanico secreto, el film de Wayne Wang producido por Rupert Murdoch que cuenta la historia de un par de niñas unidas por un antiguo contrato de amistad llamado laotong, y Sacrificio de Chen Kaige, un drama histórico -en el siglo IV antes de Cristo- que traza la historia de un joven que debe vengar la muerte todo su clan a manos de un general malvado. Y por supuesto, Las flores de la guerra, que se ha convertido en un éxito de taquilla y recaudó ya 79 millones de dólares.

2011 fue un año récord para el cine chino, con una taquilla de 2.000 millones de dólares, un 29% más que el año anterior. En un país donde existe una cuota máxima de 20 películas extranjeras exhibidas comercialmente al año, el cine nacional se quedó con el 54% de las entradas.