Richard Feynman, el físico estadounidense que fue galardonado con el Premio Nóbel en 1965, siempre soñó con verlos cantar alguna vez en vivo. Pero el pionero de la electrodinámica cuántica murió en 1988, unas semanas antes de que llegara a su casa el permiso que necesitaba para visitar la lejana tierra de Tuva y oír en persona las fantasmagóricas voces de sus cantantes armónicos.
Y aunque el famoso físico nunca pudo verlos en persona, su entusiasmo por los sonidos guturales que producen los músicos de esta pequeña república rusa ayudó a catapultar el interés en el canto de garganta tuvano, considerado uno de los más antiguos del mundo. Sus exponentes más famosos son Huun Huur Tu, un cuarteto que ha grabado ya nueve álbumes y ha tocado con artistas de la talla de Frank Zappa, Ry Cooder, los Chieftains y el Kronos Quartet.
Tuva es una pequeña república en la frontera entre Rusia y Mongolia, con poco más de 300.000 habitantes y una muy fuerte tradición musical. Pese a ser una tierra remota y de difícil acceso, este valle del sur de Siberia ha sido repartido a lo largo de la historia por sus vecinos más fuertes: primero el Imperio Mongol de Gengis Khan y Kublai Khan, luego la China de la dinastía Qing y finalmente la Unión Soviética de Stalin. Y aunque los tiempos de autoritarismo han quedado atrás y las puertas de Tuva se han abierto al mundo, sigue siendo un país salvaje donde la temperatura desciende hasta los menos cuarenta grados centígrados en invierno y donde el alcohol se bebe más que el agua. Y donde la vida gira alrededor de la música.
La historia de Huun Huur Tu se remonta a 1992, cuando los hermanos Alexander y Sayan Bapa decidieron formar un conjunto musical que preservara la tradición musical que habían heredado de su familia. “El canto armónico es algo que no nos enseñaron en la escuela ni en el conservatorio. Fueron nuestros abuelos, tíos y familiares quienes nos lo transmitieron”, explicó Sayan durante una entrevista poco antes del primer concierto de Huun Huur Tu en China.
El canto de garganta de Tuva, también conocido como canto difónico, consiste en ser capaz de modificar las resonancias en el tracto vocal y producir, más allá del armónico principal, sonidos más altos y más bajos. El resultado es una serie de sonidos semejantes a reverberaciones, que evocan –de manera un poco estridente- los sonidos de las montañas y las estepas tuvanas. Con esa técnica de canto pueden producir hasta tres tonos al mismo tiempo, con lo que replican sonidos como el silbido del viento, el galope de los caballos o el gruñido de los camellos.
“Pero no piensen que imitamos a los pájaros o el sonido del río, porque no es así”, advierte Sayan, que se convirtió en el líder del grupo tras la salida de su hermano. “El canto armónico consiste en ser capaz de transmitir el cómo vivimos y sentimos en nuestro interior los sonidos de la naturaleza y del hombre”.
El canto difónico es una tradición de los pastores en muchos pueblos pastores de Siberia, Tíbet y Asia central, pero han sido los músicos de la pequeña Tuva, con Huun Huur Tu a la cabeza, quienes lo han convertido en el último decenio en un fenómeno del ‘world music’ a nivel global. Uno de sus primeros fanáticos fue Frank Zappa, líder de la célebre banda de rock progresivo Mothers of Invention, quien moriría poco después de haberlos invitado a tocar.
Las canciones de Huun Huur Tu, así como de otros grupos armónicos de Tuva, suelen hablar del cielo, de las vastas montañas siberianas, de la soledad de las estepas y del amor por las mujeres. Su encanto radica en la autenticidad de su polifonía vocal y en la fuerza de sus voces guturales, que suelen ir acompañadas por instrumentos tradicionales tuvanos como el doshpuluur, un laúd rectangular, o el igil, una especie de banjo de dos cuerdas popularmente conocido el “violín de caballo” por las cabezas equinas que suelen adornarlos.
En todo caso, el canto armónico es una tradición musical que se va renovando y reinventando permanentemente. “La improvisación musical es parte de nuestro carácter”, cuenta el líder de Huun Huur Tu. “Desde que somos pequeños utilizamos la voz y cantamos improvisando, acompañados por nuestros instrumentos”.
Desde hace poco tiempo, la música electrónica también figura en su currículum. Hace dos años grabaron el álbum “Eternal” con Carmen Rizzo, productor de Alanis Morissette y Paul Oakenfold, que los ha ayudado a llegar a un público más amplio con su mezcla de voces difónicas y sonidos más modernos. Y a ellos, aunque el hecho les halaga, les preocupa más seguir componiendo como siempre. “Nosotros continuamos haciendo nuestra música, nada más ni nada menos”, dice Sayan y Huun Huur Tu seguirá llevando la fascinante música de ese pequeño rincón de Asia central, con sus estepas, sus tribus pastoras y su fe budista, por el mundo.
Una verdadera tristeza por el científico y Premio Nóbel, que ayudó a popularizar la música de Tuva pero nunca tuvo oportunidad de verla.