Desde hoy, China Files comienza a ser parte de un interesante proyecto latinoamericano patrocinado por la Fundación Friedrich Ebert: Blog Nueva Sociedad, o NUSO en sus siglas. En este blog reúne a cinco jóvenes latinoamericanos para que escriban “desde una perspectiva progresista, cómo es vivir, estudiar y trabajar en Nueva York, Berlín, Pekín, Madrid y Melbourne”.
Acá los dejamos con el primer post, que va muy de la mano con Facción Latina, networking que China Files impulsa con la comunidad latina en Beijing. Un poco de opinión y de sentido de integración latinoamericana. Acá va una pequeña parte que pueden seguir leyendo
Acercarnos para conocernos
Por: Natalia Tobón Tobón
Cuando digo que soy de Colombia, se quedan pensado y me preguntan: ¿Dónde queda? -En América del Sur. –Ah. Latinoamérica. Y así, las diferencias nacionales que abrazamos tanto, se difuminan y terminamos en un mismo cajón: América Latina.
En China, desde hace más de 30 años se viene analizando la región y pensando cómo entrar como un nuevo aliado y, mejor aún, como un aliado que también es pobre y que también lucha contra la dominación de los imperios tradicionales. La famosa ayuda “Sur-Sur".
Con esta misma noción, China lleva ya años invirtiendo en países africanos en todos los proyectos posibles. Es claro: está buscando asegurar su ingreso en la repartición mundial de recursos naturales, y al mismo tiempo quiere perfilarse como inversionista mundial para asegurar su posición del mundo. Lo ha logrado.
Y es ahí entonces que China, como otros países, ve en América Latina la gran oportunidad de ser parte de una de las regiones que más promete en el mundo. Y no está viendo a Argentina por sus campos, ni a Chile por sus minas o a Colombia por sus recursos acuíferos. Ve, como otros también han visto, una gran extensión de tierra, parecida, rica y abundante.
Como latinoamericanos, sabemos las oportunidades que ofrece la región y vemos con felicidad, ansiedad, preocupación y hasta angustia cómo el mundo entero se pelea su ingreso a nuestros recursos. Sin embargo, seguimos en el cuento de que cada uno por separado vende mejor. Y con ese discurso seguimos replicando el mismo modelo. Así, cada país busca negociar en sus propios términos con un gigante. Sin pensar que China es uno de los mejores ejemplos del mundo de que el tamaño sí importa.
Hace poco, la revista inglesa/americana LatinFinance realizó aquí el foro de inversión China-América Latina, con participantes en su mayoría europeos, algunos latinos y pocos chinos. Los temas y las perspectivas, por supuesto, fueron moldeados por los países organizadores y al final el concepto “América Latina-China” fue interpretado por intermediarios.
Otro ejemplo: la CCPIT (Consejo chino para la promoción del comercio internacional) organiza la cumbre América Latina – China. Este año será en Lima y espera a casi 1.000 empresarios chinos y latinos. Esta vez la interpretación final será china y no “regional”.
Algunos han comenzado a difundir el llamado de la integración (acá hay una entrevista al Director del Centro de Estudios México China, Enrique Dussel), un buen inicio para impulsar los aún débiles deseos de unión entre las misiones diplomáticas latinas en Pekín. Sin embargo, las comunidades latinas han sentido esta falla y se han movido a buscar soluciones que a largo plazo podrían llegar a tener efectos mayores. Aquí van dos ejemplos.
El primero, Facción Latina. Una iniciativa nacida en esta ciudad, creada por la agencia latina China Files -¡de la que soy fundadora!- y la ONG LatinChina, que consiste en la organización de una noche de integración regional: una charla y un par de copas. Ya vamos por el quinto evento y hemos abordado varios temas: la cultura como mecanismo de promoción latina, la innovación empresarial de Bimbo en China, y el último de ellos, precisamente con el organizador del Foro LatinFinance, para analizar por qué los latinos no montamos eventos de este tamaño (la inscripción al evento costaba 4.000 dólares) a fin de fomentar nosotros mismos la inversión en nuestra región.
El segundo es una iniciativa que también incluye a España y Brasil: laredchina.com, un nuevo portal que será lanzado el próximo mes y que busca convertirse en una red social para los hispanohablantes que viven o negocian con China. El portal tendrá secciones útiles para los latinos (o iberoamericanos) desde foros, artículos de viajes o noticias y será una plataforma de interacción inmediata entre los que nos movemos con el gigante asiático.
Ambas iniciativas revelan el deseo de cubrir una gran necesidad: conocernos entre nosotros mismos, en un país que es distante y donde somos pocos de cada país. No es como Estados Unidos, donde la segunda población mayoritaria es hispana, o en España, donde hablan nuestro mismo idioma. En China estamos a un mínimo de 17 horas de casa (el único vuelo directo es Shanghai-Tijuana-DF), en un país donde no importa de qué país somos. Simplemente somos “laowai”, que significa extranjero en mandarín.
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