Pablo Aguirre es un empresario mexicano que se ha especializado en la relación China-México desde diversos frentes: el educativo, el empresarial, el cultural. Está conectado a China desde niño pero dice que recién hace unos años se ha soltado con el mandarín.
Pablo Aguirre tuvo muchas vidas: se especializó en fotografía publicitaria, colaboró en campañas publicitarias y políticas con agencias de publicidad y despachos de diseño, fue profesor de español, hizo dos licenciaturas fundó Grupo Gigamex de México, empresa dedicada a la Comercialización y a la Publicidad, estudió Chino.
Durante los JJOO de Beijing en 2008 estuvo a cargo de la eliminación de barreras culturales y de idioma para los equipos de producción de la cadena de televisión de deportes ESPN de Argentina, Australia, UK, EEUU y México. Ejerció de profesor en diversas universidades de México y China. Fue Coordinador adjunto en el área de español del Departamento de Estudios en el Extranjero de la Universidad de Lenguas y Cultura de Beijing de donde había egresado en 2009.
Y queda más. Ha colaborado en publicaciones dedicadas a la enseñanza del idioma chino para hispanoparlantes y prestado su voz en audiolibros sobre historia y cultura de China para varias casas editoriales y universidades chinas. Durante 6 años colaboró en Beijing con el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) dando consultoría de negocios, cultura y protocolo para empresas y universidades españolas, así como participado activamente en sus misiones comerciales y educativas en ferias y expos, y realizando la búsqueda de nuevos nichos de mercado y oportunidades de inversión. Forma parte del equipo de intérpretes y consultores de negocios reconocidos por el mismo ICEX y las embajadas de México en Beijing, la embajada de China en México, y los Consulados de México en Guangzhou y en Hong Kong.
En México, es representante exclusivo de China International Auto Products Expo (CIAPE), expo internacional automotriz organizada por el Ministerio de Comercio chino en Beijing y Shanghai, y de la compañía china Qingdao Mengxu Industry.
En China, es representante de la marca de vinos mexicanos Casa Madero, y de Grupo Contusa, empresa de medios y publicidad especializada en la organización y promoción de Ferias y Expos en el sector automotriz.
Es miembro fundador y actual Coordinador de Educación, Cultura y Protocolo del Capitulo Beijing de la Red de Talentos Mexicanos en el Exterior (RTME) organización global de los mexicanos en el exterior y que agrupa ya a 28 Capítulos repartidos por todo el mundo en coordinación con el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
Usted tenía un trabajo y una vida armada en su país ¿Por qué decidió venir a China?
Mi vida en particular ha estado vinculada con China de alguna u otra forma, para empezar mi padre fue en los años 70´s el primer Agregado Militar de México en China y nos trajo a toda la familia a vivir a Beijing, en aquel entonces, en pleno maoísmo, nos permitió a mis hermanos y a mí entrar en contacto con la gente y su cultura. Estudié dos años en la escuela primaria de gobierno “Fang Cao Di”, la única primaria oficial china que entonces aceptaba niños extranjeros en sus aulas. Ahí aprendí el idioma. Una fabulosa experiencia que cambiaría mi vida ya de adulto más adelante. 25 años después, en 2004 tuve la oportunidad de volver a China a estudiar por un año, las oportunidades que se me fueron presentando entonces fueron muchas y muy interesantes.
Usted vino para quedarse un corto tiempo, ¿en qué momento decidió quedarse por un tiempo tan largo?
Mi caso es particular pues yo ya había vivido aquí de niño, luego entonces regresar no me significó ningún cambio drástico ni tuve que pasar por el proceso de adaptación como la mayoría, por el contrario, para mí fue regresar al lugar de mis recuerdos de infancia. Pasaron muchos años antes de volver a sentir ésto. Desde el primer segundo que pise esta tierra me sentí como en casa y así ha sido hasta ahora, me ha ido bien y la gente me trata bien. He aprendido muchas cosas, he crecido como persona y de paso me he convertido en una especie de híbrido bicultural, ni de aquí ni de allá, o quizá de ambos lugares a la vez. Extraño mi salsita de chile habanero y un buen mole poblano cuando ando por aquí, pero luego también extraño un buen long de baozi cuando ando por allá. No tengo queja ni reproche más que los habituales como todos.
¿En qué consiste la red Talentos Mexicanos de la que usted forma parte?
Es una iniciativa del gobierno de México para convocar a los mexicanos que residen en otros países para aportar su conocimiento y experiencia en ideas y proyectos sustentables en beneficio de la comunidad y del país en general.
Usted fue coordinador educativo de la universidad de Beijing, ¿Cómo fue esa experiencia?
Durante varios años, siendo profesor de la Universidad de Lenguas de Beijing (BLCU) apoyaba al departamento de Estudios en el extranjero a los jóvenes estudiantes chinos que se preparaban para irse a estudiar a alguna universidad de habla hispana, particularmente a universidades en España, al mismo tiempo, colaborando con el Instituto de Comercio Exterior de España (ICEX) realizaba actividades de promoción y enlace de dichas universidades durante la Feria Internacional de Educación que se realiza cada año en el WTC de la ciudad de Beijing. Mi experiencia en esta materia está ahora a disposición de la Red para los mismos fines.
¿Cuáles son las ventajas que tiene México a la hora de competir por el mercado chino?
Esto depende de contra que otros países nos estemos comparando. Existen aspectos como la ubicación geografía que puede obrar a favor o en contra dependiendo del enfoque, otros aspectos como el clima y la oferta cultural pueden ser un factor a favor con el correcto apoyo y promoción particularmente en el sector turístico donde México ha sido una buena alternativa desde siempre para el turismo extranjero americano y europeo, pero que para el caso del turismo chino aún habría que adaptar algunos servicios e infraestructura y reconsiderar algunas medidas en la política de visado. La cercanía con EEUU también puede ser un argumento atractivo. En cuanto a los productos mexicanos que pueden competir en el mercado interno chino, México cuenta con varios de los llamados commodities que pudiesen tener posibilidades, como la carne de cerdo y la sal industrial, el tequila y el vino, aunque poco conocidos aún, mediante una previa y apropiada campaña de posicionamiento pudieran ir ganando poco a poco terreno, aunque a mediano plazo.
¿Cómo ve el futuro de las relaciones bilaterales entre México y China?
Mejor que nunca, con los cambios de gobierno recientes en ambos países las relaciones bilaterales -en ese aspecto.- se reactivaron. Prueba de ellos son los encuentros mutuos que han tenido ambos presidentes Peña Nieto y Xi Jinping en tan poco tiempo y a visita recíproca, eso demuestra el recuperado interés y voluntad que se había perdido ya en las administraciones pasadas. Si tomamos en cuenta que en China las cosas a gran escala requieren el compromiso y el beneplácito del gobierno chino para prosperar, entonces eso es una muy buena señal de que las relaciones apuntan a mejor puerto. Ahora corresponde a nosotros subirnos al tren o dejarnos embestir por el.
¿Qué cambios ha visto en estos años en la relación entre China y México?
En el aspecto político y diplomático, en los años recientes las relaciones entre ambos países alcanzó su nivel más frío en los poco más de cuarenta años de relación bilateral, concentrándose en el aspecto comercial su vínculo más activo entonces. Hacía falta sangre nueva que le diera un nuevo enfoque, nuevos bríos y que sumaran voluntades, creo que esto, al menos en apariencia, se ha conseguido con la llegada de EPN y Xi Jinping al poder, desde entonces, en los meses recientes han aumentado los viajes oficiales de altos funcionarios de mi país hacia China con la firme intención de profundizar en los proyectos de colaboración en sus respectivos sectores. Son trabajos que llevan tiempo, primero hay que dedicarle el tiempo necesario al fortalecimiento del guanxi con sus contrapartes chinas, sin un guanxi sólido, las cosas no prosperan con la velocidad y la facilidad requerida, ya sabemos.
¿Qué consejos le daría a un latinoamericano que busca establecerse en China?
China tiene un encanto muy particular que hace que uno lo amé profundamente o lo rechacé totalmente. Lo primero que le preguntaría sería cuál es el motivo de que venga, si es porque tiene interés en conocer este país y su cultura y sumarse a esta gran ola de “inmigración extranjera flotante” o si lo hace simplemente por estar huyendo de una difícil situación en su país. Los consejos en ambos planteamientos son diferentes y variados. Alguna vez un profesor chino de la universidad donde estudié en Beijing me contó la historia de dos estudiantes que fueron a buscar a su maestro para preguntarle si debían aceptar las invitaciones que habían recibido para irse al extranjero, al primero le respondió que no era buena idea aceptar, porque se enfrentaría a un mundo diferente y ajeno, lejos de sus propias costumbres, con comidas extrañas y gente que piensa diferente que seguramente lo harían sentirse solo y echar de menos su tierra y su familia. Al segundo le dijo que era una excelente oportunidad y que debía tomarla, porque eso le permitiría abrir su entendimiento del mundo, conocer nuevas e interesantes maneras de pensar, y disfrutar de otros paisajes y otros sabores que a su regreso podría enriquecidamente compartir con familiares y amigos. Y ese es el mensaje que les comparto a todos ellos entonces. Cualquiera que sea el caso, China en un país que lo deja marcado a uno para siempre.
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