La educación y la disciplina son dos de los elementos que están fuertemente marcados en el imaginario occidental hacia los asiáticos. Juana Salamanca, una profesora colombiana, nos cuenta cómo es el sistema educativo chino visto a través de los ojos de un latino, y cómo se diferencia del colombiano.
Después de esta temporada en Medio Oriente, Juana se mudó a Pekín y empezó a trabajar en el departamento internacional del Beijing National Day School, un colegio público chino que fue fundado en honor al día nacional, para que estudiaran los hijos de los altos mandos del Ejército de Liberación. Hoy en día, aunque sus estudiantes son principalmente chinos, el colegio tiene sus puertas abiertas a quien quiera estudiar.
¿Cuál es la diferencia entre el sistema educativo chino y el colombiano?
Hay varias cosas que son diferentes, pero lo principal es la disciplina. Acá los estudiantes son supremamente disciplinados. Ellos vienen al colegio a estudiar y no pierden el tiempo ni un minuto. Otra cosa es que el sistema chino de educación los acostumbra a vivir en comunidad, por eso muchos estudiantes, aunque son de Beijing, viven en los dormitorios del colegio para no perder tiempo en el desplazamiento de un lado a otro. La jornada empieza a las 8 de la mañana y se termina a las 5, pero ellos siguen en grupos de estudio y actividad que les pueden dar hasta las 11 de la noche. A mí me parece bastante pesado. Tanta disciplina los vuelve súper metódicos y estudian mucho de memoria.
¿Los estudiantes chinos tienen interés por aprender idiomas?
Sí, bastante. En este momento hay un boom por irse a estudiar [la carrera universitaria] al extranjero y aprender un idioma es básico. Este colegio, por ejemplo, en el programa nacional ofrece ruso, japonés, coreano, alemán, francés, inglés y español; y en el internacional ofrece inglés, español y francés, y este año introdujeron alemán. Muchos estudiantes se preparan con programas como el Cambridge, el IB (Bachillerato Internacional) y el AP, que es el sistema americano, para irse a universidades en Estados Unidos, Canadá o Inglaterra.
¿Se les dificulta aprender lenguas romance como francés o español?
A ellos se les dificulta mucho estos lenguajes por lo diferentes que son. Uno de los problemas que tienen es la escritura, porque su sistema no tiene nada que ver con los otros idiomas. Pero no es solo la escritura, la pronunciación también les cuesta mucho trabajo porque hay sonidos que no existen en chino como la “r” en español, por ejemplo.
¿La comunidad de estudiantes extranjeros se mezcla con la de chinos, o tienden a estar separados?
A mí me parece que sí se relacionan. Lo que pasa es que en este colegio no hay una población muy grande de extranjeros, casi el 95% son niños locales, pero con el 5% hay una relación muy buena y son niños abiertos a los extranjeros. Este colegio ofrece muchos intercambios alrededor del mundo y cuando vienen los estudiantes se quedan en los mismos dormitorios y conviven juntos sin ningún problema.
¿Qué diferencia hay entre los niños chinos y los colombianos?
Aparte de la disciplina y el respeto, las ganas de estudiar. Aquí la competencia es demasiado dura. Para conseguir un trabajo una persona tiene que tener hasta doctorado y presentar cuatro o cinco entrevistas antes de ser contratado, y esto es para cualquier empleo. A los estudiantes de los colegios les toca irse con toda porque si no lo hacen no van a llegar a ningún lado.
¿Un niño chino se acoplaría al sistema educativo colombiano, y un colombiano al chino?
Yo pienso que sí se puede de lado y lado, aunque costaría un poquito de trabajo. Un niño chino acostumbrado a la disciplina, que no levanta la cabeza porque está estudiando todo el tiempo, llega al sistema educativo en Colombia que es mucho más relajado y no entiende qué pasa. Lo mismo le ocurre a un niño colombiano que venga acá, porque está acostumbrado a otro ritmo, pero al final los dos terminarían adaptándose.
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[Crédito foto: Archivo personal de Juanita Salamanca]