Alejandro Ulloa llegó a China por internet, pues mientras buscaba trabajo –aun siendo estudiante de la Universidad de Chile– encontró un anuncio para trabajar en Shnaghai en la Expo Shanghai del 2010. Sin conocer mucho del gigante asiático, Alejandro empacó maletas y se aventuró a lo que sería la aventura de su vida, que duraría los siete meses de la exposición, y después regresaría a Chile a retomar lo que dejó en pausa. Ese plazo de tiempo se extendió y hoy ya son casi 5 años desde que Alejandro pisó Chile por última vez. Después de la Expo Alejandro se dedicó a la docencia como profesor de idiomas, donde empezó a conocer el país –pues llegó sabiendo casi nada de China– por medio de sus alumnos y sus familias, pero lo que de verdad le interesaba, y le interesa, era la literatura. Por eso decidió perseguir sus sueños y dedicarse por completo a la escritura creativa en una ciudad convulsionada y cosmopolita como lo es Shanghai.
¿Cuál es la diferencia de ser profesor de idiomas en Chile y China? ¿Por qué decidió dejar la docencia y dedicarse por completo a la literatura?
La funcionalidad es lo que prima en China, y no sólo son los padres los que buscan asegurarse de que tú como profesor te encargues de formar a sus hijos, la presión proviene también de los niños porque todos quieren ser el mejor de su clase. En Shanghai se estudia mucho el inglés, pero lo hacen con técnicas rudimentarias que poco avance generan en el largo plazo; es difícil hacerles entender a los padres y alumnos que la forma de aprender no es memorizando palabras. Al cabo de tres años este tipo de enseñanza “de memoria” me empezó a desgastar porque se volvió muy repetitivo y todos mis estudiantes memorizaban lo mismo. Este cansancio me hizo pensar en perseguir aquello que he hecho desde que tengo recuerdo, contar historias, pues desde niño escribía historias y poemas. Esa necesidad ha estado golpeando desde dentro mío durante muchos años y supe que ya era hora de dejarla salir.
Háblenos un poco del grupo de exploración literaria que está consolidando en Shanghai.
El grupo se llama Papiroesferas y nació después de encontrarme con un taller exprés de microrrelato impartido por el escritor colombiano, Jaima Panqueva, en el Instituto Cervantes de Shanghai. Ahí conocí a una chica española y otra china con las que decidimos hacer algo con la necesidad de abrir un espacio literario para los hispanohablantes en Shanghai. El resultado fue este grupo íntimo en el que tratamos temas de diversos en torno a la creación literaria. En cada sesión semanal realizamos distintos ejercicios de escritura creativa. Todo el material que producimos lo publicamos en nuestro blog, que es un espacio para la comunidad en torno a la literatura en español.
Usted, que quiere dedicarse de lleno a la literatura y está escribiendo cuentos ¿cómo cree que su entorno permea su escritura? ¿Utiliza elementos “chinos” en el sentido más amplio de la palabra?
En mi blog (https://entropignition.wordpress.com) se puede ver que el subtítulo “Born in Chile, Made in China” hace juego no sólo con esa micro autobiografía y las etiquetas de cuanto producto podemos encontrar a nuestro alrededor, sino que pone frente a frente los dos periodos de mi vida, desiguales en su extensión de tiempo pero balanceados en su importancia en mi formación. El “Made in China” no habla únicamente de que este blog fue hecho en China, porque yo también he sido modificado y esculpido por estos cerca de cinco años que he vivido acá.
En el caso de los cuentos que escribo entiendo que sí hay sutilezas de China en ellos pero no he escrito aún completamente desde esa influencia. Mi poesía sí tiene mucho más de lo que Shanghai ha logrado en mí. Mi próximo proyecto es el de un grupo de cuentos que tengan como escenario esta ciudad, que me ha visto crecer tanto en tan poco tiempo.
Háblenos del poemario que está publicando en Chile ¿Qué es lo más difícil de escribir a larga distancia?
El poemario “Anémonas Mitocondriales” no es sino un recuerdo, un rescate de lo que había sido mi poesía hasta que despertó mi vocación. Aunque contiene un grupo de poemas nacidos en China, el habla principalmente de lo que hice antes. El poemario, creo yo, es la puerta por la que entré al mundo literario. La distancia es lo que le da perspectiva a las cosas, e incluso te hace dudar de tus propios recuerdos, eso te hace cuestionarte. Escribir dentro de este contexto hace que el proceso se haga más vivencial y más personal, y filtra todo por tus experiencias; de lo que eres y lo que fuiste.