“La granja ha facilitado un diálogo fluido entre Chile y China”: agregado agrícola chileno Álvaro Aspée

In by Simone

Aunque parezca difícil de creer, en una esquina del noreste de China hay un huerto que produce frutas 100% chilenas. Con ocasión de la celebración de los diez años de la granja experimental chileno china, China Files conversó con Álvaro Aspée Roa, agregado agrícola de la embajada chilena en Beijing.
La granja, situada a 160 kilómetros de Beijing en el distrito de Tianjin, es un proyecto de cooperación agrícola entre los gobiernos de los países. Allí se cultivan nueve variedades de ciruela, dos de damasco, dos de nectarín y dos de frambuesa, además de cuatro de arándano en invernadero, bajo la atenta mirada de Alamiro Morales, un horticultor proveniente de Linares. Su objetivo: enseñar a los chinos las técnicas de producción del sector frutícola chileno.

¿Cuál es el principal objetivo de la granja?

El objetivo principal de la granja es estrechar las ya fuerte relaciones con China, que el año pasado cumplieron 40 años. La idea de este proyecto es establecer un vínculo en materia agrícola, donde Chile tiene mucha experiencia tomando y mejorando los altos estándares exigidos por los más de 120 destinos de sus exportaciones. Chile es uno de los principales productores y exportadores agrícolas del hemisferio sur y un fuerte proveedor de alimentos para China, ocupando los primeros lugares de varios productos, entre ellos arándanos, uva de mesa, ciruelas, manzana deshidratada, trucha, salmón, palta (aguacate), kiwis, jugo de manzana, entre otros.

¿Cómo surgió la idea de la granja? ¿A qué apuntaba en ese momento? 

La idea surgió hace más de una década por parte de la Federación Nacional de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta). La idea fue construir una granja demostrativa de la fruticultura nacional en 24 hectáreas, usando técnicas de producción utilizadas en Chile para el mercado exportador. Era una superficie importante en el contexto de la fruticultura china de la época, considerando que el área plantada promedio por persona en China es de 0.14 hectáreas y el tamaño promedio de cada familia es de 4 personas en el sector rural.

Ha sido una tarea difícil e innovadora: Chile es probablemente el país más lejano a China en términos geográficos. En lugar de ver esto como una desventaja, se han buscado instancias como esta para acercar a ambos países. Chile es un país que aplica a su agricultura los más altos estándares de producción, en respuesta a la demanda de los países a los que exportamos, probablemente los más exigentes en términos de inocuidad y trazabilidad. Chile posee ventajas geográficas y climáticas que son muy difíciles de replicar.

¿Qué momentos resalta en todo este tiempo de desarrollo?

Este tipo de proyectos pasan por ciclos en los que hay que hacer valoraciones de acuerdo al contexto de la época en las que ocurren. Valoro que los habitantes de las villas cercanas a la granja tuvieron la oportunidad de aprender lo que se hace en otros países, en materia de manejo de frutales, y que los frecuentes visitantes tuvieron la oportunidad de conocer una representación de la agricultura chilena sin tener que recorrer las 27 horas de avión separan a ambas naciones.

¿Cuál es el aporte de la granja a las relaciones comerciales entre China y Chile en el tema agrícola?

Creemos que es muy importante la cooperación en distintas materias de manera de acercar a ambas culturas, que son muy diferentes, en especial si son tal lejanas geográficamente hablando. Realizar este acercamiento indudablemente contribuye a generar un conocimiento y aprendizaje mutuo, que a su vez ayuda a construir confianzas entre ambas naciones. Los chinos le dan un nombre a esto: Guanxi. Con esta construcción de confianza, tienes una mejor plataforma para poder hacer tus negocios y validarte ante tu contraparte. En los últimos años las importaciones chinas de fruta fresca chilena han crecido exponencialmente.

¿Cuál ha sido exactamente el rol de la granja en este proceso?

El rol de la granja es demostrativo y de cooperación. Su rol principal es el de aportar conocimiento a la agricultura china, demostrando lo que se hace en Chile en materia frutícola. Son aportes que son difíciles de cuantificar, especialmente porque hay tantos y diversos aportes hechos por distintos participantes de la industria. Importadores, exportadores, productores, entidades sanitarias de ambos países (SAG y AQSIQ), ministerios de Agricultura, embajadas…. Si tengo que definir un aporte, sería el de facilitar el logro de un dialogo más fluido entre Chile y China, a través de acciones concretas que dan sustento al discurso entre ambos países.

¿De dónde provino el capital para adquirir el terreno y sostener el funcionamiento de la granja? 

Es un convenio entre los ministerios de Agricultura chino y chileno. Entre ambos se realiza el aporte.

¿Hay una transferencia de conocimientos o una cooperación de tipo científico en la granja?

La granja se administra en el marco de las “buenas prácticas agrícolas”. Con la aplicación de esta metodología se trata de integrar todo para obtener un producto final de calidad, seguro y confiable. Se trata de racionalizar los recursos naturales, como el suelo, las plantas y el medio ambiente, protegiendo la salud y seguridad de los trabajadores. Se realizan una serie de ejercicios con la cooperación de distintas entidades. Lo último que hemos realizado es probar variedades de arándanos en la zona.



¿Qué otros sectores agrícolas -aparte de las frutas- quiere impulsar Chile en sus relaciones comerciales con China?

Chile es una país rico en recursos naturales con un gran patrimonio humano, fitosanitario, climático y geográfico. Esta situación junto con un modelo comercial orientado a la exportación, le permite entregar alimentos sanos, inocuos y trazables. En fruta, vinos y productos del mar y forestales hemos crecido bastante y estamos bien posicionados en China. El consumidor chino se está haciendo más consciente de lo que consume y se hace cada vez más exigente con determinados productos.

Chile está bien posicionado para satisfacer esta demanda y nos interesa ampliar el mix de productos por los que hasta hoy se nos reconoce en China, hacia otros donde tenemos mucha experiencia abasteciendo a otros mercados. Por ejemplo, desde de este año empezamos a abastecer a China con carne de cerdo. Esta industria lleva muchos años en Chile y te puedo comentar que, con una producción cercana a las 500.000 toneladas métricas, ocupamos el sexto lugar en el ranking de países exportadores y el 69% de nuestra producción abastece mercados tan exigentes como Corea del Sur y Japón.

En el caso de la leche ya estamos exportando desde hace un tiempo. Contamos con un mix de productos para exportación, compuesto por leche condensada, quesos, leche en polvo, leche UHT… Si bien nuestras exportaciones a China han crecido bastante en el tiempo, creemos que podemos hacer más. En lo que va del 2011 las exportaciones de productos lácteos a este destino han crecido un 150% respecto del año pasado.

¿Qué otros productos chilenos podrían ingresar al mercado chino?

Estamos trabajando para abrir el mercado a productos donde Chile es líder exportando desde el hemisferio sur, como por ejemplo, paltas y arándanos. Estos últimos los podrán encontrar en supermercados chinos desde este año. También nos interesan otras industrias donde nuestro país tiene varias ventajas respecto de calidad, estacionalidad, inocuidad y trazabilidad, como es el caso del aceite de oliva, nueces y ciruelas deshidratadas.

En el caso del aceite, Chile tiene muy buenos índices en la producción de aceite de oliva “Extra Virgen” de la más alta calidad, en gran medida por ventaja climática y la mayor escala de las operaciones agrícolas. Esto último, junto con el reciente desarrollo que ha tenido la industria respecto de Europa, ha permitido aplicar la mejor tecnología a las plantaciones. Si bien Chile lleva pocos años en la producción de aceite de oliva, los numerosos premios ganados en concursos internacionales respaldan su calidad.