Durante cinco años, el cubano Abel Rosales ha encantado al publico iberoamericano con sus artículos, programas radiales y cuentos sobre China y el Oriente. Ahora, apunta hacia un proyecto mucho más ambicioso.
Muchos radioescuchas en China y en países de habla hispana alrededor del mundo sintonizan la frecuencia de Radio Internacional de China. Desde un micrófono en Beijing les da la bienvenida una sutil voz caribeña: “Saludos mis queridos amigos, muchísimas gracias por acompañarnos, soy Abel Rosales”. A través de la radio, Rosales ha fascinado a sus oyentes con temas del lejano oriente. Sin embargo, el talento de este cubano nacido en 1975, se extiende mucho más allá de los límites de una cabina de grabación.
Abel Rosales llegó desde La Habana a China en 2009 por medio de un convenio que existía entre el Instituto Cubano de Radio y Televisión, y Radio Internacional de China, donde poco después recibió una oferta de trabajo muy llamativa. Desde entonces, se ha enamorado de esta cultura milenaria y dice que se siente bien y feliz de vivir entre las costumbres asiáticas. Sus principales temas de interés están relacionados con la literatura y la cultura chinas y, aparte de trabajar en radio, es un ávido investigador y un escritor insaciable.
Durante mucho tiempo condujo un programa radial llamado El arte de la palabra, un programa sobre literatura china en Iberoamérica, y literatura iberoamericana en China, cuyo objetivo principal era el contraste literario entre el mundo oriental y el occidental. El programa también pretendía evidenciar la conexión real que existe entre ambos pensamientos y exponer un poco la realidad de la literatura contemporánea china para la sociedad de occidente. Por otro lado, Rosales escribe artículos y cuentos que evidencian diferentes aspectos de la cultura china, como la inserción de las personas del campo en la sociedad, los chinos en ultramar y los niños robados, un tema muy polémico en los últimos años.
Actualmente, ¿a qué ha dedicado su tiempo y en qué proyectos está trabajando?
Me he dedicado a investigar sobre temas de la literatura china. Estoy ahora mismo adaptando Viaje al Oeste, uno de los clásicos más importantes de la literatura china, para la radio. Diariamente se transmitirá un capítulo de 10 minutos y en total serán más de 200 capítulos. También estoy escribiendo una serie de cuentos desde el punto de vista de personas en China que he conocido y que me han contado buena parte de su historia. En Radio Internacional de China he estado escribiendo, conduciendo programas radiales y haciendo periodismo para la página web y para una revista que tiene la radio.
¿Qué opina de la cultura china? ¿Se ha adaptado bien?
Puedo decir que me gusta la cultura china y me gustaría tener el tiempo suficiente para aprender el idioma pero lamentablemente no lo tengo. Me he adaptado bien, sobre todo a la comida que es de lo más difícil. En Cuba, por ejemplo, no comemos con la cantidad de picante con la que se come aquí. ¡Eso ni soñarlo! Entonces la comida china me gusta mucho y cuando voy de vacaciones a Cuba siempre la echo de menos. Creo que los chinos son personas amables. Generalmente los que son del campo son amables y cariñosos, y yo me siento bien.
Durante su tiempo en China, ¿a qué personalidades ha tenido la oportunidad de entrevistar?
He tenido la oportunidad de entrevistar a Plácido Domingo y a José Carrera, quienes estuvieron aquí hace unos años. También tuve la oportunidad de entrevistar al autor colombiano Santiago Gamboa, quien escribió una novela de China titulada Hotel Pekín, y de conocer al escritor peruano Santiago Roncagliolo, hasta ahora el escritor más joven en recibir el Premio Alfaguara de novela.
¿Qué efectos han tenido estos escritores y, en general, la literatura latinoamericana en China?
China todavía está fascinada con el boom de la literatura latinoamericana. Generalmente, los latinoamericanos que vienen a mostrar sus obras pertenecen a la generación del post-boom y creo que los chinos le han ofrecido poca atención porque todavía siguen con la fascinación de García Márquez y de Juan Rulfo. A la gente que me pregunta yo siempre le digo: en china todavía se está viviendo el boom de la literatura latinoamericana. Entonces a estos jóvenes que han venido y a quienes les han traducido las novelas yo siempre les digo que no se preocupen porque, si bien China sigue viviendo el boom, ellos pronto estarán en la palestra.
¿Qué está pasando actualmente con la literatura latinoamericana en China?
Ahora tenemos una temporada grande de silencio porque quien hace toda esta gestión, en gran medida, es el Instituto Cervantes. Lamentablemente, con toda la crisis que está teniendo España el Instituto no trae a figuras. Javier Moro es otro escritor español que vino con su novela pero pasó lo mismo que con los otros, preguntaron por García Márquez. Hay que ver si la Asociación de Escritores de China quiere traer a los escritores, depende de sus intereses.
¿Qué opina de las relaciones bilaterales entre China y Latinoamérica?
La visita de Xi Jinping a Latinoamérica era muy esperada. Yo creo que una de las cosas buenas que tiene China y que siempre valoro es que se interesa no sólo por los recursos y los servicios, sino que se interesa también en dejar infraestructura en diferentes países. Eso es lo más importante. A diferencia de Estados Unidos, que aporta servicios y bienes para garantizar una entrada de dinero, y luego no deja nada, China por los menos tiene la intención de dejar hecha infraestructura. En cuanto a Cuba, es el único país fuera de Asia que mantiene un sistema parecido al de China. Para los chinos es más confiable y les suena más seguro.
Puede escuchar los programas de Abel Rosales aquí. Puede leer sus artículos aquí.
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[Crédito foto: Cortesía de Abel Rosales]